_
_
_
_
Crítica:FESTIVAL DE CAP ROIG
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sinead O'Connor, belleza que no emociona

Sin apenas variación, sin que nada cambie. Eso es lo que ocurrió anteanoche en el concierto de Sinead O'Connor en el Festival de Cap Roig. Comenzó y acabó tan inmóvil, tan místico, tan tópicamente espiritual, que pareció todo igual. ¿Hermoso?, quizá. ¿Tedioso?, más que probable.

La Sinead O'Connor del siglo XXI es una mujer en trance, un trance católico. Como si musitara plegarias a los espíritus de la noche de Calella de Palafrugell (Baix Empordà), su salmodia medio celta, medio pop, medio de nana recordó a los fondos de los primitivos dibujos animados. Y sí, tiene canciones hermosas como demostró en el arranque de su recital, pero esa misma belleza repetida una y otra vez acaba como la llegada del mar a la orilla. Solo que con menos calado. Ella es solo una vocalista en pleno apostolado.

Esa idea de apostolado, ese aire monjil, esa sensibilidad de postal con atardecer fue lo que acabó por desdorar un concierto que demostró que la belleza por sí sola no es más que belleza de postal. Sinead O'Connor tiene una hermosa voz, los arreglos de sus temas están bien prescindiendo de algún fondo de teclado fronterizo con lo hortera, pero lo que resulta menos llevadero es que la única variación de su repertorio venga servida por los títulos de las canciones. Eso y una espiritualidad céltico-irlandesa-naïf propia de Baden Powell. Pero eso es Sinead O'Connor, belleza que no emociona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_