La 'huida' de bancos y cajas deja la Bolsa en manos extranjeras
La crisis provoca un vuelco en la estructura de propiedad de las cotizadas
La última década del pasado siglo fue la época de las privatizaciones. Poco a poco, el Estado fue vendiendo sus participaciones en compañías cotizadas hasta situar su presencia en el parqué -sin contar su resistencia a suprimir la acción de oro- en una cifra testimonial. En los primeros diez años del siglo XXI el mercado español ha vivido su segunda transición. Los protagonistas esta vez han sido bancos y cajas. El sector financiero ha utilizado -o se ha visto forzado a utilizar, según los casos- sus carteras industriales para hacer caja. Las desinversiones las protagonizaron primero los dos grandes bancos (Banco Santander y BBVA) para obtener recursos con los que financiar su expansión internacional. Posteriormente, las cajas de ahorros, que habían tejido toda una red de interés, han tenido que sacrificar parte de su cartera con el objetivo de lograr la liquidez necesaria con la que afrontar la crisis. La reordenación del mapa de las cajas y los resultados de las pruebas de resistencia -que han evidenciado necesidades adicionales de capital de muchas entidades- podrían acelerar esta tendencia.
Los no residentes ya acaparan el 40% de la capitalización bursátil
En 1992 bancos y cajas tenían el 15,6%; ahora su peso solo es del 5%
La presencia de las familias en la Bolsa es superior a la media europea
Las necesidades de liquidez auguran más desinversiones de las cajas
Como resultado de estos dos procesos, los inversores extranjeros se han encumbrado como los reyes absolutos de la Bolsa española, un dato que puede explicar en parte el castigo y la volatilidad que ha sufrido el Ibex 35 en mayo y junio pasados cuando el mercado dudó seriamente de la solvencia de la economía española. Más liquidez a cambio de mayor volatilidad.
Transcurridos más de dos años desde el inicio de la crisis financiera en el verano de 2007, la estructura de propiedad de las empresas españolas cotizadas refleja cambios significativos. Los inversores extranjeros continúan aumentando su participación en la Bolsa y al cierre del ejercicio 2009 ya tenían en su poder más del 40% del valor de todas las compañías cotizadas, según los datos del Servicio de Estudios de BME difundidos esta semana. Es el valor máximo desde que se calculan los datos y 7,5 puntos porcentuales más que al cierre de 2006, año previo al inicio de la crisis.
La participación de los no residentes en la Bolsa se ha mantenido desde 1992 por encima del 30%, pero nunca había superado el 40%. "Es un reflejo de dos décadas de un intenso proceso de integración de la economía española en el ámbito internacional y de la confianza de los inversores no residentes. También es consecuencia de la toma de control de empresas españolas por parte de compañías extranjeras como el caso de la compra de Endesa por parte de Enel", explican desde el Servicio de Estudios de BME.
Dentro de los inversores españoles se ha producido una reducción significativa de los bancos y cajas, hasta tocar su nivel mínimo, que no se ha visto compensado con la ligera recuperación de otros sectores como las familias o las instituciones de inversión colectiva (fondos de inversión y de pensiones).
El valor de la participación en acciones españolas cotizadas del conjunto del sector financiero, que incluye bancos, cajas, fondos de inversión y pensiones, y aseguradoras, se situó por debajo del 13% del total al cierre de 2009, cinco puntos porcentuales menos que en 2007 y 10 puntos menos que su nivel máximo alcanzado en 1997.
La reducción de la participación del sector financiero se está viendo impulsada, según BME, por "las crecientes necesidades de liquidez y el previsible aumento de las necesidades de capital" de estas entidades. El peso de bancos y cajas en el mercado ha sufrido una reducción muy acusada: desde un porcentaje del 9,4% en 2007 pierden más de cuatro puntos porcentuales en 2008 y 2009.
En cuanto a los fondos de inversión y fondos de pensiones, su posición en renta variable nacional sigue siendo muy baja a pesar de haber repuntado en términos relativos una décima en 2009. La cartera de acciones españolas de los fondos de inversión, de acuerdo con los datos de la CNMV correspondientes a 2009, no llega a los 5.000 millones de euros, el segundo nivel más bajo de la última década tras los 4.022 millones de 2008. Más elevada, cerca de 9.500 millones, es la posición en renta variable de los fondos de pensiones al cierre de 2009.
Es destacable el comportamiento del sector familias que en 2009 gana casi un punto porcentual respecto al año anterior y se sitúa en el 21,1%. "Tras la significativa corrección experimentada por la participación de los inversores individuales durante la crisis, 2009 marca un punto de inflexión. Comienza a percibirse una orientación del creciente volumen de ahorro financiero acumulado por las familias españolas hacia activos distintos de los depósitos, en este caso hacia la participación directa en renta variable", según BME. El peso de las familias españolas en Bolsa es seis puntos porcentuales mayor que la media europea.
Las empresas no financieras, por su parte, mantienen estable su posición relativa como propietarias de acciones de empresas cotizadas en la Bolsa española. El 25,9% que alcanzan al cierre de 2009 iguala prácticamente el dato del año pasado que suponía un nuevo máximo desde 1992. "Este peso es consecuencia del continuado aumento de los últimos años como consecuencia de tomas de participaciones cruzadas entre empresas cotizadas incluso de distintos sectores y, ya más recientemente, del significativo volumen de acciones en autocartera acumulado durante la crisis", según el estudio. -
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