Márquez se marcha del Barcelona

Se marcha Rafa Márquez (Zamora de Hidalgo, México; 1979), Kaiser de Michoacán, y su fútbol de escuela. Al concluir la temporada pasada, Pep Guardiola, técnico del Barcelona, le reclamó en su despacho. "Eres importante en el club y en el equipo, pero no te garantizo minutos. Tú tienes la decisión de quedarte o de irte. Si hay una buena oferta de fuera, adelante", le soltó el técnico, con más palabras cariñosas que rudeza, sabedor de que el mexicano se ha desempeñado durante siete años en el equipo, con cierta opacidad en los momentos críticos pero con excelencia en sus repuntes, cuando el físico le acompañó. "Me voy contento porque seré culé hasta la muerte y porque aquí lo he ganado todo", aclaró ayer Márquez, que se marcha con 242 partidos y 13 goles, con cuatro Ligas, dos Copas de Europa, un Mundial de Clubes, una Supercopa, una Copa y tres Supercopas de España bajo el brazo.

El Barça recobró con Márquez el estilo que en su día impuso Johan Cruyff con la figura de Koeman. Salida de la pelota y desplazamientos kilométricos. "Muchos dudaban de mi capacidad cuando llegué y luego cambiaron de opinión", recordó. Pero también aceptó su punto flaco: "En el Barça me han perseguido las lesiones".