Una jornada de pesca aciaga

Jorge Cano Sánchez, natural de Jimena de la Frontera (Cádiz), de 47 años, y Juan José Ramírez Ruiz, de 26 años y natural de Algeciras, son dos vecinos de Los Barrios, que se encuentran retenidos en la ciudad marroquí de Tánger desde hace 55 días. Su rocambolesco caso empezó con una apacible jornada de pesca que acabó en un rescate, tras varias horas a la deriva, y en la pesadilla de una condena por narcotráfico tras la acusación de la Gendarmería marroquí.

Los familiares de los detenidos han tocado todos los hilos a su alcance para intentar aclarar la inocencia de Jorge y Juan José, y para que las autoridades españolas agilicen el recurso de apelación presentado contra la sentencia de la Sala segunda del Tribunal de Primera Instancia de Tánger, que les condena a tres años de prisión.

Los hechos se produjeron el pasado día 5 de junio, cuando los dos detenidos, en compañía del hijo del primero, David Cano, de 16 años, salieron a pescar a bordo de una embarcación de recreo propiedad de Jorge Cano. El Jorge y David es un barco de cinco metros de eslora, sin apenas instrumentos para la navegación. Su propietario y patrón es además un inexperto navegante, que "solo había salido al mar en cinco ocasiones" desde que el pasado mes de mayo adquirió el barco en el mercado de segunda mano por unos 9.000 euros.

Tras varias horas de pesca, los tres navegantes decidieron volver al puerto de Algeciras, según relató el joven David. Fue precisamente, cuando una intensa niebla los desorientó y se vieron obligados a llamar a Salvamento Marítimo, tras contactar con un amigo pescador que, desde tierra, así les aconsejó. Eran las 10.30 horas de la mañana -habían partido de madrugada- cuando una patrullera de la Gendarmería marroquí les auxilió. Al parecer, según la versión del menor, "unos 30 minutos después de ser rescatados" -en la zona de Oued Al Marsa, próxima al islote de Perejil, una zona caliente en materia de narcotráfico-, "los policías aparecieron con una moto acuática cargada con 260 kilos de hachís en varios fardos". Fue entonces cuando los detuvieron.

Jorge, Juan José y David fueron conducidos hasta la Comisaría de Kasar Seghir, donde permanecieron hasta el 8 de junio, tras prestar declaración en Tánger. Ese mismo día, el menor quedó en libertad, y gracias a las gestiones del Cónsul general de España en Tánger, José de Carvajal, regresó a casa. Mientras tanto, los dos gaditanos fueron puestos en libertad vigilada por el Tribunal, que solicitó una investigación centrada en las llamadas de los teléfonos móviles de los detenidos. Los dos españoles permanecieron en el Hotel París de Tánger, donde siguen, hasta que el día 21 de junio se conoció el informe policial, y a su vez la condena.

En el informe se asegura que desde uno de los teléfonos se había mantenido una conversación con un número relacionado con el de un narcotraficante, preso en Marruecos. Sin embargo, el teléfono en cuestión pertenece a Salvamento Marítimo, donde el día de autos se recibió una llamada alertando de la desaparición de dos personas en una moto acuática.

La familia confía ahora en que prospere el recurso de apelación presentado, y que fructifiquen las gestiones que han realizado con varias instituciones españolas, desde el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, pasando por el defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo.