"Mi casa ya no existe"
Los vecinos del inmueble agrietado en Collado Villalba presencian los trabajos de demolición de sus viviendas
"El trabajo de toda una vida entre los escombros. Mi casa ya no existe". Así definía ayer Clemente Cifuentes la escena que estaba viendo. Una máquina excavadora demolía, poco a poco, un edificio con 14 viviendas en el barrio de El Gorronal, en Collado Villalba. Una de estas casas, concretamente un primero, era el suyo. Ahora no queda nada. "Ni ropa ni nada. ¿Cómo me voy a comprar ahora yo algo con mi pensión de 450 euros?", se lamenta este hombre, que está jubilado.
Desde las ocho de la mañana Clemente Cifuentes y otros muchos afectados esperaban el inicio de los trabajos de demolición. Pero el drama de los propietarios de este edificio de la calle del Maestro Serrano es todavía mayor. Ninguno de ellos pudo rescatar ya nada de su vivienda. "Algunos sí pudieron entrar media hora para coger algo. Pero yo estaba de vacaciones, y no he podido sacar nada. Menos mal que mi hijo entró corriendo y en apenas unos segundos pudo hacerse con las escrituras de la casa y los contratos del seguro. Si no no podría ni reivindicar lo que es mío", se lamenta Clemente, con los ojos humedecidos por la pena de haberlo perdido "todo".
Los bomberos no permitieron el acceso al inmueble por seguridad
Además de las 14 familias afectadas y los dueños de dos negocios, uno de ellos una peluquería cuya propietaria fue la persona que alertó al Ayuntamiento de las grietas, otras 16 familias del inmueble contiguo fueron desalojadas por seguridad. Y no podrán volver a sus casas hasta que finalice la demolición, en dos o tres días. A escasos metros del número 17 de la calle del Maestro Serrano el alcalde del municipio, el socialista José Pablo González Durán, observaba los trabajos de la empresa Detecsa, encargada de la demolición. "Hemos decidido realojar a las 16 familias del edificio aledaño. No está afectado. Pero no queremos que le pase nada a nadie. Cuando acabe todo volverán a sus pisos", asegura el regidor.
Conforme avanzaba la mañana decenas de vecinos acudían a la zona a curiosear y a solidarizarse con los afectados.El Ayuntamiento de Collado Villalba pondrá a disposición de los afectados por el derribo de las viviendas de la calle del Maestro Serrano sus servicios jurídicos. El alcalde del municipio, José Pablo González Durán, hizo este anuncio a las puertas del IES Antonio Machado, centro en el que han sido alojadas por motivo de seguridad varias familias que viven en el edificio aledaño al derruido, y que permanecerán fuera de sus casas hasta que acabe la demolición en dos días.
"Los responsables del seguro de la vivienda se están comportando muy mal con los vecinos. Están actuando con una falta de sensibilidad evidente. Aún sin tener ningún tipo de informe aseguran que las grietas se originan por un corrimiento del terreno. Y no es así", explica el primer edil, que se muestra muy enfadado ya que, según su versión, han tratado de confundir a los afectados: "Los primeros días llegaron a decirle que reclamaran al Ayuntamiento de Villalba. Y nosotros no teníamos nada que hacer, pues era una propiedad privada. Por eso los servicios jurídicos asesorarán a los vecinos si al final tienen que demandar al seguro", sostiene González Durán.
Este apoyo expreso del equipo de Gobierno municipal fue bien recibido por los afectados: "El Ayuntamiento se ha comportado muy bien con nosotros. Nos han apoyado en todo. Lo único es que le han hecho caso a los bomberos y no nos han dejado entrar en las casas para sacar nuestras pertenencias", explica Clemente Cifuentes, uno de los propietarios de las viviendas del inmueble derruido ayer.
En dos o tres días finalizarán los trabajos de demolición y desescombro de los que se encarga la empresa Detecsa (Demoliciones Técnicas SA) que ha utilizado un método que en el Ayuntamiento denominan "derribo por mordida", que consiste en que las excavadoras y grúas retirarán grandes trozos del edificio de forma gradual, evitando así vibraciones y desprendimientos. La empresa instaló pantallas protectoras, en los laterales, para evitar los efectos en las casas aledañas.
Una vez que todos los escombros sean retirados, la empresa recuperará todos los enseres que estén en buen estado, y posteriormente los expondrá para que las familias recuperen todos los objetos y documentación posibles, según explicaron fuentes municipales.
En este sentido, el alcalde lamentó ayer el hecho de que los afectados no hayan podido entrar en sus casas antes de la demolición: "Pero los bomberos nos dijeron que había un riesgo enorme de desplome, ya que en ocho horas cedió 40 centímetros. Fue por su seguridad".
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