La Casa Blanca arremete contra las pagas excesivas en Wall Street

Kenneth Feinberg, el hombre designado hace un año por el presidente Obama para sacar los colores a Wall Street, emitió ayer su esperado veredicto: 17 entidades premiaron "injustificadamente" con cientos de millones de dólares a sus ejecutivos durante el punto más álgido de la crisis. Entre los grandes bancos citados están Citigroup, JP Morgan Chase y Goldman Sachs.

Feinberg, que a partir de ahora supervisará los pagos de BP a los afectados por el vertido, valora estos ingresos "no merecidos" en 1.580 millones de dólares (1.227 millones de euros). Estas cantidades se pagaron mientras las entidades recibían dinero público del fondo de rescate financiero (TARP). El informe cubre las 419 entidades que se beneficiaron del TARP entre octubre de 2008 y febrero de 2009.

A pesar de las críticas, el zar de las pagas no tiene autoridad para exigir que restituyan ese dinero porque los pagos fueron lícitos. "No eran ilegales, no violaban ningún estatuto ni regulación", admite. Sin embargo, da nuevos argumentos para que Washington considere planes para limitar los bonus o para que se aparten para cubrir futuras pérdidas.

Incentivo a los riesgos

Las remuneraciones excesivas se consideran como uno de los factores que incentivaron la asunción de riesgos. Es el último de una serie, este concentrado en 600 ejecutivos que ganan más de 500.000 dólares (388.000 euros) al año. Ahora espera que sus recomendaciones sirvan de referencia para guiar la política de pagas en Wall Street, para reducir su apetito por el riesgo y preservar el interés general.

La oficina del supervisor de cuentas del Estado de Nueva York calcula que el año pasado se pagaron bonus por 20.300 millones de dólares, un 17% más que en 2008. Un ascenso que seguirá este año, a pesar de que entidades como Goldman Sachs ya destinan a pagas una proporción menor de los ingresos. Y con la reforma financiera aprobada, se considera que su informe llega tarde.

Por otro lado, el Tesoro de EE UU anunció ayer que durante los próximos dos meses se desprenderá de otros 1.500 millones de acciones que controla en Citigroup, lo que equivale a un 30% de su participación. El departamento que dirige Timothy Geithner ya ha vendido 2.600 millones de títulos, con los que recuperó 10.500 millones de dólares (8.154 millones de euros) invertidos en la entidad durante la crisis.