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EL RINCÓN

Irreverente y radical Albert Serra

El cineasta catalán prepara un filme sobre Drácula y Casanova, mientras se publica un cofre con su filmografía

Rocío García

El estudio de Albert Serra irradia un perfecto orden, casi obsesivo. Los libros y DVD en las estanterías están colocados como con tiralíneas. Contrasta con el radicalismo y la controversia de este director de culto catalán. "Es la única manera de encontrar las cosas", asegura Serra, nacido en Figueres (Girona) en 1975, que aparece en la estancia mojado por la ducha que se acaba de dar nada más llegar a su apartamento en pleno centro de Barcelona. Un inmaculado sillón clásico de cuero está colocado justo enfrente del balcón que da a la calle, como si se estuviera ante una gran pantalla. Está por estrenar, aunque ya lleva varios meses en ese lugar, junto a una lámpara de pie. Todo preparado para la lectura. "La verdad es que todavía no me he sentado, y eso que me costó carísimo", dice divertido este cineasta tan querido, apoyado y también adorado en el Festival de Cannes, donde ha dado a conocer toda su filmografía. Recientemente se ha puesto a la venta un cofre de edición limitada de 1.000 ejemplares con las películas Honor de cavalleria (filme realizado en 2006, considerado entre los diez mejores de ese año por la prestigiosa revista francesa Cahiers du Cinéma y que estuvo casi dos años en cartel en Francia), El cant dels ocells y el documental Waiting for Sancho, en el que el propio realizador hace de actor. El cofre ofrece también el libro Honor de cavalleria. Plano a plano, en el que Serra descompone su película sobre el Quijote.

Siempre intenta ir un paso más allá, busca las dificultades en cada película. "Quiero que sea un estímulo para mí". En su próximo proyecto, con guión propio y en el que por primera vez trabajará con algún actor profesional -ha contactado con Josep Maria Flotats-, rodará de nuevo en digital. "Te da mucha más libertad, no tienes que pensar la película en plano, sino en escenas, como te obliga cuando ruedas en 35 mm. Con digital puedes pensar en atmósferas e incluso en conceptos. En mi opinión, es uno de los grandes logros que ha aportado el digital. Me permite experimentar hasta las últimas consecuencias", asegura el realizador, que, una vez conseguida la financiación que necesita -alrededor de 1,2 millones de euros-, tiene intención de rodar a principios del año próximo. "Será un viaje desde el mundo ligero de Casanova, de ese final del XVIII, ese siglo de locos, a un mundo oscuro y esotérico, romántico y brumoso del XIX de Drácula. Y toda esa transformación se hará a través de la sensualidad".

"El digital me permite experimentar hasta las últimas consecuencias", afirma Albert Serra.
"El digital me permite experimentar hasta las últimas consecuencias", afirma Albert Serra.CONSUELO BAUTISTA

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