Vonetta McGee, icono del cine 'blaxploitation'
Protagonista de películas de culto como Drácula negro
El cine estadounidense de los años setenta conoció el ascenso del movimiento blaxploitation, una corriente cinematográfica nacida al amparo de la lucha por los derechos civiles y de la preeminencia de grupos como Black Power o Los Panteras Negras, que abanderaba el protagonismo de intérpretes, directores y artistas afroamericanos. Los filmes blaxploitation estaban dirigidos específicamente a la población negra de ambientes urbanos, y abundaban en señas de identidad propias, como las bandas sonoras copadas por éxitos de artistas negros del momento, y secuencias como la sempiterna persecución de coches por las calles de Detroit con música funk como telón de fondo.
La actriz Vonetta McGee se convirtió pronto en el rostro principal del género y en un icono para los aficionados. McGee murió el pasado 9 de julio, en un hospital de Berkeley, a causa de un paro cardíaco. Tenía 65 años. La carrera de Vonetta McGee, nacida el 14 enero de 1940 en San Francisco, California, abarca más de 30 películas entre las que se cuentan varias piezas de culto. Su debut en la gran pantalla tuvo lugar en 1968, en el filme italiano Faustina, pero su talento llamaría la atención en su segunda película, el spaghetti-western Il grande silenzio, en el que compartía protagonismo con Klaus Kinski y Jean-Louis Trintignant. McGee se revelaba como una actriz sólida y agresiva, de poderosa presencia, innato magnetismo y feroz sensualidad.
En 1970 intervendría en el filme de espionaje La carta del Kremlin, dirigido por John Huston, y su consagración definitiva llegaría un año más tarde, gracias a Drácula negro, un emblema del cine blaxploitation que convertía en negro al mito vampírico y lo trasladaba a la California hippy para embarcarlo en un delirante universo de música negra, pantalones de campana y peinados afro.
Desde entonces, la deslumbrante belleza de Vonetta McGee se convirtió en una constante en las películas del género, hoy recordadas como ejemplos de un cine ya desaparecido, como Hammer (1972), Shaft en Africa (1973) y Thomasine & Bushrod (1974). Incluso llegaría a compartir pantalla con Clint Eastwood en la recordada Licencia para matar (1975), donde su presencia incendiaba la pantalla.
En los años ochenta, la carrera de Vonetta McGee encontraría refugio en el medio televisivo, donde participaría en algunas producciones indignas de su talento, y en series tan populares como Starsky y Hutch, Mangum P.I., Hell town y Cagney y Lacey. Durante el rodaje de esta última conocería al actor Carl Lumbly, que se convertiría en su marido en 1986.
Vonetta McGee se retiró del mundo de la interpretación en 1998, con el drama de Richard Brooks Johnny B. Good. Una actriz inimitable, de otro tiempo, que no tuvo la suerte de contar con un Tarantino que revitalizase su carrera, como sí le ocurriría a Pam Grier, compañera de filmes blaxploitation, a raíz de un filme como Jackie Brown (1997).
