_
_
_
_
GREC 2010

De Keersmaeker propone danza sin artificios al atardecer

A la hora del crepúsculo, sin ornamentos vacuos, ni decorados, ni luz artificial. Con un silencio solo roto por las notas interpretadas por tres músicos y un cantante. La coreógrafa belga Anne Teresa De Keersmaeker imaginó este contexto para crear su última obra, En Atendant, que escasos días después de su estreno mundial en el festival de Aviñón, se presenta esta noche y mañana en el Teatre Grec de Barcelona.

En ella ocho bailarines experimentan cómo el cuerpo, el individuo y el grupo, pueden hablar de humanidad y mortalidad. Y lo hacen atendiendo a la especial relación que se establece entre danza y música, premisa que recorre todas las creaciones de De Keersmaeker, desde que en 1983 fundara la compañía de danza contemporánea Rosas. En esta ocasión, y después de trabajar con la música de Bach, Mahler y The Beatles, la coreógrafa se ha inspirado en la complejidad del ritmo y la notación del ars subtilior, estilo musical francés de finales del siglo XIV.

Esta corriente musical recorrió los alrededores de las cortes del sur de Francia y el norte de España "en un momento en el que los cimientos de la Edad Media se resquebrajaban", explica Keersmaeker. Dicha música "emocionalmente intensa", como la califica la coreógrafa, se contrapondrá al sentido desnudo de la danza con la que se ha configurado el montaje. "Quiero desafiar a la percepción, reducir la artificialidad al máximo. Y que siga habiendo mucho silencio", concluye la belga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_