Estanques vetados al baño y una playa de pega
Luis Sánchez, de 79 años, ya se bañaba en el Manzanares "en los años cuarenta". Desde entonces, el remojón se tornó imposible por su inaccesibilidad. Pero Sánchez recobró la ilusión cuando escuchó al alcalde asegurar que los madrileños recuperaban el derecho a refrescarse, al menos los pies, en los cuatro nuevos estanques construidos a la altura del puente de Segovia. Al final, nada. Al garete la ilusión de Luis. Decenas de ciudadanos abrieron la veda del chapuzón en las fuentes con la llegada del calor. Pero el Ayuntamiento revocó el permiso concedido por el regidor. "En las fuentes no se puede meter nadie. Se les multará. No es agua apta para el baño", sentenció una portavoz municipal.
Tampoco es del todo cierto que el río vaya a tener una playa, como cita el proyecto. "Será un espacio con tres ambientes a la altura del parque de la Arganzuela donde tomar el sol, y una lámina de agua depurada donde remojarse un poco", dice Javier Hernández. "Pero que nadie se espere un Benidorm".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.