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Ajuste de cuentas entre mafiosos

Uno de los muertos participó en el secuestro de Melodie Nakachian

Habían previsto hasta el más mínimo detalle y, por supuesto, el más importante para sus intereses: pasar inadvertidos a los ojos de la policía. Y qué mejor momento que la final de la Copa del Mundo, que la tarde-noche del domingo tenía ocupados y preocupados a todos los policías. Pero el clan mafioso que liderada el francés Alain Bernard Coelier, conocido por su implicación en el secuestro de la pequeña Melodie, cayó en un inesperado fuera de juego. Él y su lugarteniente fueron acribillados por sicarios de bandas rivales a la puerta del cónclave, un chalé en La Nucia.

Alain Bernard Coelier, de nacionalidad francesa, acababa de pagar 30.000 euros de fianza tras pasar casi cuatro años en prisión tras ser arrestado en el verano de 2006 cuando transportaba 3.500 kilos de cocaína en un velero que navegaba a 400 millas de las islas Canarias. Unos pocos días de libertad le habían bastado para montar un cónclave al objeto de recomponer la red de narcotráfico que había dirigido. El domingo por la tarde, coincidiendo con el horario de la final de la Copa del Mundo, Coelier, de 58 años, nacido en Saint-Luce-sur Loire, en el Atlántico francés, citó a sus colaboradores en un chalé de la urbanización Sol Naciente, entre Benidorm y La Nucia. Nadie sospecharía de la acumulación de vehículos de lujo y, además, la mayoría de la policía iba a estar preocupada de mantener el orden público en las numerosas concentraciones de aficionados.

Alain Coelier acababa de salir de la cárcel hacía apenas unos días

Pero todo le salió al revés. En la misma puerta de entrada al garaje fue cosido a balazos al filo de la medianoche. El (o los) sicarios también sacaron partido del fútbol. La ráfaga que acabó con su vida segó también la de uno de sus hombres de confianza, también francés. Les dispararon aprovechando la algarabía general por las celebraciones del éxito futbolístico español. Los vecinos ni siquiera se plantearon que la descarga de balas que oyeron no fuera "una traca", aunque tras los disparos escucharon gritar a una mujer.

Coelier tenía un largo historial delictivo desde 1980. A los 28 años robó en la Sociedad Rolex de Ginebra 97 kilos de oro y un saco de piedras preciosas. Llegó a Marbella en 1987, donde ese año participó en el secuestro de la niña de cinco años Melodie Nakachian, hija del millonario Raymond Nakachian y la cantante Kimera. La niña fue liberada a los 11 días, pero Coelier no fue detenido hasta el verano de 1988 en Barcelona y condenado a 10 años y cinco meses de cárcel.

En 1997 volvió a ser detenido por la policía británica con varias toneladas de hachís. Desde 2001 vivió con una identidad falsa en el sur de España y acabó fijando su residencia en Altea. La Guardia Civil le consideraba uno de los más relevantes miembros de la mafia francesa, que en la costa valenciana se concentra entre Calp y Benidorm.

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