La administración y las ONG absorben el asesoramiento a inmigrantes
Heldu advierte de que desaparecerá el acompañamiento individual a extranjeros
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales sustituirá el servicio Heldu, que ha ofrecido acompañamiento jurídico a los inmigrantes para lograr su regularización, con recursos de la propia administración y con subvenciones para reforzar a las ONG que ya actúan en este ámbito. Lo hará porque el servicio está "descatalogado" en la Ley de Servicios Sociales y porque apuesta por que los inmigrantes sean atendidos por los servicios comunes de las instituciones. También porque quiere evitar duplicidades y seguir los consejos de sus servicios jurídicos, que desaconsejan prorrogar el contrato a la empresa que lleva a cabo el asesoramiento porque no cumple con las condiciones requeridas -fue creada para cubrir Heldu, no tiene más actividades ni tampoco medios de gestión propios-.
Habilitan un teléfono para resolver las dudas de los inmigrantes
El jueves finaliza el contrato de la entidad. En ese momento comenzará una fase transitoria en la que el servicio se prestará desde la Dirección de Inmigración del propio departamento, que se hará cargo de los 34.000 expedientes -1.600 vivos, según Gemma Zabaleta- acumulados desde 2002. La dirección se centrará en los más urgentes y ha comenzado ya el trasvase, un extremo que niega la empresa que gestiona Heldu.
El departamento ha habilitado hasta septiembre un teléfono para asesorar a las personas indocumentadas y una dirección de correo electrónico para los técnicos de servicios sociales, que son la puerta de entrada por la que hasta ahora se han derivado los casos a Heldu. Aunque desde la consejería explicaron que el teléfono ya está en marcha, ayer por la tarde no lo estaba. En esta fase, los casos más complejos serán derivados a tres oficinas del gobierno en las tres capitales vascas.
Zabaleta garantizó que el servicio "no se cierra, no abandona a su suerte a los inmigrantes". En septiembre estará en marcha el modelo definitivo para atender a este colectivo. Lo coordinará Biltzen -el Servicio Vasco de Integración y Convivencia Intercultural, gestionado por Suspergintza Elkartea en oficinas en las tres capitales vascas-, que asesorará con tres o cuatro juristas a los servicios sociales.
El asesoramiento directo a inmigrantes lo realizarán los servicios sociales de los ayuntamientos -hasta ahora tenían la opción de derivar a los inmigrantes a Heldu- y las ONG, que contarán con más subvenciones. Ambos tendrán un teléfono al que llamar para resolver dudas sobre la Ley de Extranjería o la documentación a presentar. Así se sustituirá el asesoramiento que hasta ahora han prestado 12 abogados en Heldu, con un millón de euros de presupuesto. Zabaleta explicó que los inmigrantes también pueden acceder a los servicios de Justicia y Empleo ordinarios. La administración deberá encargarse de otras tareas de Heldu, como cubrir el turno de oficio de extranjería en Álava, impartir la formación en los ayuntamientos o tramitar la documentación de los menores extranjeros no acompañados de Álava y Guipúzcoa.
Entre los colectivos que defienden los derechos de los inmigrantes, al temor por que los servicios sociales se colapsen o no sepan asesorar a los inmigrantes y las ONG no tengan capacidad de respuesta, se sumaron las críticas a la precipitación del departamento y el recorte de prestaciones.
SOS Racismo calificó como "insuficiente" la alternativa del gobierno. Otros recordaron que Heldu complementa el trabajo de las asociaciones. Desde el centro de información para trabajadores extranjeros de CC OO lamentaron que el servicio "va a estar disperso" en las distintas administraciones y que el actual es "completo e integral". "El acompañamiento individual va a desaparecer", añadió la coordinadora de Heldu, Silvia Gutierrez. La cautela se adueñó de otros, como CEAR o la coordinadora Harresiak Apurtuz. Esta última ha convocado para hoy una reunión para analizar la situación.
Incertidumbre
La desinformación y la incertidumbre se han ido contagiando entre los inmigrantes en las últimas semanas. La crisis ha aumentado los problemas de este colectivo, en el que muchos se han vuelto a ver abocados a la irregularidad al no poder renovar sus permisos por falta de trabajo. Días antes del cierre, explican que "estamos preocupados porque no sabemos nada". Alioume es senegalés, tiene 30 años y lleva en España cuatro y medio. Desde 2008 tramita sus papeles en Heldu y afirma que no consigue trabajo. "¿A dónde tengo que ir ahora?", pregunta.
Mohamed, de 35 años, lleva dos en España y dos meses tramitando sus papeles en Heldu. Este último tiene familia en Argelia, pero para traerla a España debe regularizar su situación primero.
La Ley de Extranjería es compleja y sus trámites también, por lo que la ayuda de un abogado resulta a menudo muy necesaria. Alioume reconoce que sin el acompañamiento de Heldu no hubiera sabido cómo actuar y que "me da un poco de miedo el cambio". Sin embargo, admite que no le importa que éste se produzca mientras se siga prestando el servicio.
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