Confundidos dos cuerpos de las cooperantes de Perú

Un error fatal en la identificación de los cuerpos en origen, en Perú, ha añadido mayor dolor y conmoción a las muertes el pasado martes, en accidente de tráfico, en plenos Andes peruanos, de cuatro cooperantes de nacionalidad española. El cuerpo de la valenciana María José Such, vecina de Navarrés, fue confundido con el de otra de las fallecidas, Lidia Monjas, de Alcorcón (Madrid).

El sábado por la noche, familiares y amigos de la joven valenciana, así como decenas de vecinos, esperaban en la pequeña localidad de Navarrés la llegada del féretro con los restos. Ya entrada la madrugada, durante el reconocimiento, los familiares se percataron que el cuerpo no era el de María José, a pesar de que la documentación que acompañaba los restos era la correcta. Paralelamente, la familia recibió la llamada de los padres de la madrileña Lidia Monjas, vecina de Alcorcón, cuyo cadáver tampoco correspondía.

En el accidente de los Andes murieron cuatro ciudadanas españolas

Ni las familias, todavía de viaje a Perú, ni los cooperantes supervivientes, hospitalizados, pudieron comprobar las identidades previamente a su salida del país andino. El hecho fue denunciado en el juzgado de Xàtiva. La respuesta judicial y de los equipos de la policía científica fue rápida: pasadas las cinco de la tarde de ayer se hacía la correcta identificación de los cadáveres. Y anoche, las familias pudieron recibir los restos mortales.

Mientras, en Alcorcón, agentes de la Policía Científica acudían a primera hora de la mañana a las instalaciones del tanatorio-cementerio de Alcorcón para tomar las huellas dactilares del cadáver de una de las cooperantes, que posteriormente se comprobó que era el de la valenciana María José Such. Los agentes acudieron tras la denuncia de la familia de esta joven en la que aseguraban que los restos que les habían sido entregados no correspondía con los de su ser querido. A primera hora de la tarde, tras confirmarse el error, el cadáver de Such fue trasladado a Valencia, mientras el cuerpo de la madrileña Lidia Monjas fue recibido en Alcorcón a las siete de la tarde, donde fue velado toda la tarde y noche.

Las voluntarias fallecidas, así como los otros cooperantes que sobrevivieron al accidente, trabajaban en varios proyectos de cooperación en Cuzco y alrededores.