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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Los momentos de España

España, Balón de Oro

Xavi simboliza el sentido colectivo de la selección de Del Bosque, ajena a los premios individuales

José Sámano

Es un utilitarista para todo. Es un chico de Terrassa, su ciudad de toda la vida, donde no vive intramuros, sin moralejas. Entiende el fútbol como un ejercicio de altruismo porque todos le necesitan y él precisa el auxilio de todos. Nadie como Xavi simboliza el juego colectivo, nadie como él recuerda en cada partido que esto no es el tenis, que es un deporte de equipo, por más que algunos se empecinen en poner etiquetas individuales a los clubes o las selecciones. En Sudáfrica ha triunfado todo aquello que representa Xavi mientras han descarrilado quienes supeditaron su tránsito al exclusivismo de un futbolista determinado. El fútbol tuvo apellidos cuando irrumpieron algunos superdotados que dejaron una huella innovadora: la versatilidad de Di Stéfano, el ingenio goleador de Pelé, la autoritaria velocidad cambiante de Cruyff o la capacidad de Maradona para seducir a una pelota que solía cumplir sus órdenes. Nada de eso hay estos días: hoy gana el nosotros, sin sectarismos. Por eso, en España uno han sido 11.

El medio no quiere un bastón de mando. La pelota es su pedestal y el grupo, su amparo
Han descarrilado los que supeditaron su tránsito al exclusivismo de un futbolista
"Si Brasil quiere volver a ser Brasil, necesita clonar a Xavi", dice Tostão
España no se concibe sin la arrebatadora presencia de Puyol y Piqué en la defensa

Xavi ha elevado a categoría la fábrica de cuatros del Barça, un puesto de ancla que suscribió Johan Cruyff al frente del dream team. Se le acusó de impostar la posición, como si fuera uno de esos caprichos que se conceden aquellos que se ven a sí mismos como genios. El tiempo desmintió a los más ácidos, a todos los escépticos. De Milla a Sergio Busquets, con Guardiola y Xavi, en sus inicios, como principales proselitistas del puesto. El Barça dejó de ser el Barça de Cruyff (jugador), Maradona, Ronaldo o Rivaldo. Tras el equipo de ensueño de Cruyff (entrenador), el Barça pasó a ser el Barça a secas. Basta pronunciar su nombre para que los aficionados, seguidores o no del club, reconozcan su significado, sus señas de identidad. Y el cuatro como nudo gordiano, tan relevante o más que el rutilante goleador de turno: su brochazo final era consecuencia de un principio, del cerebro de Guardiola, Xavi o ahora Busquets. No son regateadores, no van de cabeza y hacen diana sin querer y muy pocas veces. Sin ellos no se entendería el Barça, tampoco España.

"Yo no quiero el Balón de Oro", repetía estos días Xavi con una sinceridad aplastante. Él conceptúa este juego de otra forma, por más que los foros mediáticos aticen los personalismos, por más que para su sustento un deporte grupal haya decidido fomentar los premios individuales, como si existiera un fútbol de estrellas, no de equipos. Por más que en un deporte de todos y para todos, pueblo incluido, haya esa vieja tendencia a poner nombre propio a los estadios. Con futbolistas como Xavi, es España la premiada.

En Sudáfrica, el éxito de las selecciones solidarias ha sido elocuente. Cristiano Ronaldo fue por libre y Portugal se fue. Kaká no fue un ancla para nadie y cayó Brasil. "Para que Brasil vuelva a ser Brasil necesita clonar a Xavi", sentenció ayer en Johanesburgo el mítico Tostão, que compartió título con Pelé, Jairzinho y todo aquel inolvidable Brasil de 1970. A Messi le volvieron a entender mal. Frente a los que preconizaban que a Xavi, a España, le faltaría Messi, resulta que ha sido a la inversa. Maradona creyó que su 10 podría ser Messi y Xavi a la vez y la irreprochable entrega de La Pulga no fue suficiente.

Xavi es un líder natural en el campo por aclamación de todo el vestuario. Su autoridad se le reconoce. No requiere un bastón de mando, pasar por el camerino o polarizar las portadas. Nada de demagogias, la pelota es su pedestal y el grupo, como él reconoce, su amparo. Sin aquellos que le devuelven el balón a tiempo, sin los que tiran desmarques para que tenga paisaje, sin los que le cubren las espaldas, sin el portero que para, sin los suplentes que están al quite... Nada es Xavi, él lo sabe, como lo han sabido sus últimos entrenadores, que le han pasado del cuatro al 10, que le han acercado donde se prende la mecha del gol, oficio de otros al que él contribuye de forma magistral y humilde, sin concederse mayor importancia. Para Xavi, Puyi es un "animal"; Andresito, un "genio"; Busi, "un quitanieves", y todo con el que juega a su lado le escucha al grito de "máquina". Él es Xavi, un tipo normal.

Con el azulgrana como síntoma, la selección de Del Bosque ha oscarizado el fútbol orquestado, sin cuentas pendientes con el que falla y adjetivos contenidos con el que acierta. El paso de España por África no se entendería sin los goles de Villa, sin el esfuerzo físico de Fernando Torres, sin los kilómetros de Sergio Ramos o el descaro de Pedro y Llorente. Como tampoco se comprendería a esta España sin reparar en la arrebatadora defensa de Piqué y Puyol, el sentido de la medida de Capdevila o los conmovedores retos de Busquets y Xabi Alonso en cada cita. Y qué decir del penalti parado por Casillas, con el soplo de Reina; y del gol de Iniesta a Chile y su enternecedora participación en el tanto a Paraguay. Y de los ánimos constantes desde el banquillo. ¿Y Xavi? El mejor uno más del campeonato.

¿Qué tal si la FIFA, la UEFA y los medios que conceden las distinciones más populares no premian alguna vez, pongamos por caso, a España? Si España fuera Balón de Oro, Xavi, encantado. Así ha estado en Sudáfrica, salvo por un detalle que le ha tenido bien fastidiado: en este país no hay futbolines en los bares, su mayor pasión.

Fernando Torres con el trofeo de campeón del mundo y rodeado por los fotógrafos.
Fernando Torres con el trofeo de campeón del mundo y rodeado por los fotógrafos.ALEJANDRO RUESGA
Xavi besa la Copa del Mundo antes de la recogida de medallas.
Xavi besa la Copa del Mundo antes de la recogida de medallas.A. R.
Casillas vuela tras atrapar el balón después de un choque con Puyol.
Casillas vuela tras atrapar el balón después de un choque con Puyol.REUTERS

'La Roja', partido a partido

- Decepción ante Suiza. España comenzó el Mundial con una inesperada derrota ante Suiza, que sembró de dudas a los miembros de la expedición. Fernandes, en un rebote, anotó el gol del triunfo suizo. España jugó bien, pero sin tino.

- Victoria vital. A pesar de una evidente ansiedad, España se impuso sin excesivos problemas a Honduras. Dos goles de Villa certificaron el primer triunfo español en el torneo. Pudieron llegar muchos más, pero de nuevo faltó puntería.

- Pase ante Chile. España se jugaba el pase frente a Chile en el último partido de la fase de grupos. Un gol de Villa desde 35 metros alivió la tensión del conjunto español, que no jugó nada bien. Iniesta hizo el segundo y Millar acortó distancias al empezar la segunda mitad. Como Suiza no le ganó a Honduras, España pasó como primera.

- Resuelve Villa. España se cruza con Portugal en octavos. Tras unos primeros minutos espectaculares, el equipo español sufrió ante las acometidas de Portugal. En la segunda mitad, en un arreón, Villa culminó con éxito una gran jugada colectiva.

- Golazo frente a Paraguay. España lo pasó mal en el encuentro de cuartos ante Paraguay. El conjunto sudamericano realizó un partido soberbio en defensa. El choque enloqueció después de un claro penalti de Piqué a Cardozo que el propio delantero de Paraguay lanzó. Casillas lo detuvo. Justo Villar, meta de Paraguay, le detuvo otro penalti a Xabi Alonso después de que el árbitro mandara repetir un primer lanzamiento que fue gol. Después de una obra de arte entre Xavi, Iniesta y Pedro, Villa recogió el rechazo para hacer el gol que metía a España en las semifinales.

- Puyol, a lo Santillana. España se mete en la final del Mundial después de superar al que era el mejor equipo del campeonato hasta el momento, Alemania, gracias a un segundo tiempo de juego espectacular y un remate de Puyol de cabeza a la salida de un saque de esquina de Xavi. El juego de España fue impresionante. Alemania apenas inquietó.

ESPAÑA 0 - SUIZA 1

España: Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets (Torres, m. 61); Silva (Navas, m. 62), Xavi Alonso, Xavi, Iniesta (Pedro, m. 77); y David Villa.

Suiza: Benaglio; Lichtsteiner, Senderos (Von Bergen, m. 36), Grichting, Ziegler; Barnetta (Eggimann, m. 92), Inler, Huggel, Fernandes; Derdiyok (Hakan Yakin, m. 79) y Nkufo.

Gol: 0-1. M. 52. Fernandes aprovecha un barullo en el área de Casillas después de un saque en largo de Benaglio.

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó a Grichting, Ziegler, Benaglio y Hakan Yakim.

62.452 espectadores en el Moses Mabhida de Durban. Primer partido del Grupo H.

ESPAÑA 2 - HONDURAS 0

España: Casillas; Sergio Ramos (Arbeloa, m. 77), Puyol, Piqué, Capdevila; Xavi (Cesc, m. 66), Busquets, Xabi Alonso, Navas; Fernando Torres (Mata, m. 70) y Villa.

Honduras: Valladares; Izaguirre, Figueroa, Chávez, Mendoza, Guevara; Wilson Palacios, Espinoza (Welcome, m. 46), Martínez, Turcios (Núñez, m. 63); y Suazo (Jerry Palacios, m. 84).

Goles: 1-0. M. 17. Disparo de Villa al que no llega Valladares. 2-0. M. 51. Villa bate al portero hondureño con un disparo que pega en Chávez.

Árbitro: Yushi Nishimura (Japón). Amonestó a Izaguirre y Turcios.

54.386 espectadores en el Ellis Park de Johanesburgo (13º). Segundo partido del Grupo H.

CHILE 1 - ESPAÑA 2

Chile: Bravo; Isla, Medel, Ponce, Jara; Estrada, Vidal, Mark González (Millar, m. 46), Valdivia (Paredes, m. 46); Alexis Sánchez (Orellana, m. 66) y Beausejour.

España: Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Xavi, Busquets, Xabi Alonso (Javi Martínez, m. 73); Iniesta, Fernando Torres (Cesc, m. 54) y Villa.

Goles: 0-1. M. 24. Villa, desde 45 metros tras un despeje de Bravo. 0-2. M. 37. Iniesta, a pase de Villa. 1-2. M. 47. Millar, desde fuera del área.

Árbitro: Marco Rodríguez (México). Expulsó por doble amarilla a Estrada (m. 37). También amonestó a Medel y Ponce.

41.958 espectadores en el Loftus Versfeld de Pretoria. Último partido de la fase de grupos.

ESPAÑA 1 - PORTUGAL 0

España: Casillas; Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Xavi, Busquets, Xabi Alonso (Marchena, m. 93), Iniesta; Torres (Llorente, m. 59) y Villa (Pedro, m. 88).

Portugal: Eduardo; Ricardo Costa, Carvalho, Bruno Alves, Coentrão; Tiago, Pepe (Mendes, m. 72), Meireles; Simão (Liedson, m. 72), Almeida (Danny, m. 58) y Cristiano Ronaldo.

Gol: 1-0. M. 63. Xavi, de tacón a Villa, que marca después de que Eduardo rechace su primer remate.

Árbitro: Héctor Baldassi (Argentina). Amonestó a Xabi Alonso y Tiago. Expulsó a Ricardo Costa con roja directa (m. 89).

62.955 espectadores en el Green Point. Encuentro correspondiente a los octavos de final.

PARAGUAY 0 - ESPAÑA 1

Paraguay: Justo Villar; Verón, Da Silva, Alcaraz, Morel, Santana, Cáceres (Barrios, m. 84), Barreto (Vera, m. 64), Riveros, Cardozo y Valdez (Santa Cruz, m. 72).

España: Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol (Marchena, m. 84), Capdevila; Iniesta, Busquets, Xavi, Xabi Alonso (Pedro, m. 75), Torres (Cesc, m. 56) y Villa.

Gol: 0-1. M. 83. Iniesta asiste a Pedro, que remata al palo. El balón le llega a Villa, que marca después de que el balón dé en ambos postes.

Árbitro: Carlos Batres (Guatemala). Amonestó a Piqué, Cáceres, Alcaraz, Busquets, Morel y Santana.

55.359 espectadores en el estadio Ellis Park. Partido de cuartos de final.

ALEMANIA 0 - ESPAÑA 1

Alemania: Neuer; Lahm, Friedrich, Mertesacker, Boateng (Jansen, m. 52); Khedira (Gómez, m. 81), Schweinsteiger; Trochowski (Kroos, m. 62), Özil, Podolski; y Klose.

España: Casillas; Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso (Marchena, m. 93); Iniesta, Xavi, Pedro (Silva; m. 86); y Villa (Torres, m. 81).

Gol: 0-1. M. 73. Xavi bota un saque de esquina y Puyol irrumpe en el área para mandar el balón a la red con un testarazo.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). No hubo amonestados.

60.960 espectadores en el Moses Mabhida de Durban (18º). Partido correspondiente a la semifinal de la Copa del Mundo.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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