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Ceremonia de confusión

El Partido Popular cargó ayer en tromba contra el operativo policial desplegado en Alicante y Orihuela el martes; exigió explicaciones al fiscal y al ministro del Interior; e invocó "el honor de las personas afectadas" con ánimo indignado.

Ricardo Peralta, delegado del Gobierno, replicó que toda la operación policial se "ajustó estrictamente a las instrucciones emitidas" por el Juzgado número 3 de Orihuela y deslizó que la respuesta del PP es "sistemática": "Cargar contra los organismos del Estado y no exigir nunca las responsabilidades que merecen la condición de imputado por un número significativo de delitos".

El juez imputa a José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación y del PP de Alicante los delitos de tráfico de influencias, fraude y cohecho.

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Paula Sánchez de León, portavoz del Consell, se ciñó ayer al guión descrito por Peralta cuando calificó la actuación policial de "esperpento", "espectáculo sobredimensionado" o "gran teatro".

Sánchez de León invocó "la integridad moral de las personas afectadas" frente a "una ceremonia de la confusión en la que los ciudadanos han tenido que oír hablar de detenidos, que luego nunca han existido, no hay detenidos en este caso; de incautación de dinero, que tampoco ha existido, salvo en los titulares; o de fianzas millonarias que luego no se han impuesto". "Merecemos una explicación del Ministerio de Interior", dijo Sánchez de León, "por las zonas oscuras que se han producido".

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Rafael Blasco, portavoz del PP, acusó a la Fiscalía de usar "una doble vara de medir" y exigió explicaciones "a las más altas instancias del Estado".

Antonio Clemente, secretario general del PP, también atacó a la Fiscalía y reclamó que se explique "de forma clara y concisa" porque actúa contra cargos del PP y no contra otros responsables políticos como José Bono, presidente del Congreso de los Diputados.

El propio Bono replicó desde Aranjuez: "Hay que ser intransigentes con la ilegalidad y con la corrupción, pero también con los calumniadores".

Alfonso Rus, presidente provincial del PP de Valencia, aseguró que vivimos "en un Estado policial en el que le pinchan los teléfonos a los dirigentes del Partido Popular".

Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO, comentó en Valencia: "Más allá de lo que decidan los tribunales, no es un buen escenario el que transmite la sensación de que la corruptela está asociada a la función pública".

Miguel Ángel Pavón, portavoz de Esquerra Unida en Alicante, fue más directo: "La dimisión de Ripoll es inaplazable. No asumir responsabilidades es una irresponsabilidad".

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