España Fútbol Club
La Roja consolida un modelo colectivo de equipo sin guerra de banderas - La convivencia natural diluye las rivalidades
España, que el domingo se juega el Mundial frente a Holanda, ha conseguido algo más que una posible victoria. Ha ganado el partido contra sí misma para convertirse, por fin, en el equipo de todos, una suma de esfuerzos por una causa común. El mejor ejemplo es la convivencia natural de jugadores que practican todo el año la rivalidad de sus clubes sin discutir jerarquías.
La respuesta a los éxitos de España ha sido similar en todo el país, independientemente del volumen de la megafonía sentimental. La cita del próximo domingo ante Holanda, dolida por morir siempre en la orilla, puede abrir a la España futbolística las puertas de un futuro que siempre consideró prohibido, ajeno. Ahora lo concibe como posible ante un rival que le discute el buen gusto.
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