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La Ertzaintza rastrea la sede del EVE por la trama de espionaje en Industria

Los agentes no descubren, al igual que en la SPRI, más dispositivos de escucha

La investigación de la trama de espionaje a altos cargos de Industria sigue buscando más pruebas. La Ertzaintza, que la semana pasada realizó una operación de rastreo en los locales de la SPRI en Bilbao, inició el martes otro barrido en la sede del EVE, sociedad que también depende de la consejería de Industria y ubicada en la capital vizcaína. Como ocurrió con la SPRI, los agentes no encontraron ningún dispositivo de escucha, señalaron fuentes próximas a la investigación.

Este caso es investigado desde marzo por un juzgado de Bilbao tras comprobarse que se habían espiado los ordenadores de al menos tres altos cargos de la SPRI, la principal sociedad pública de Industria que se dedica a apoyar a empresas y maneja información delicada sobre planes urbanísticos. Los cargos afectados han sido el director técnico de Sprilur (dependiente de la SPRI y que se centra en los suelos industriales), Pedro García; su jefe superior, el director general Manuel Iturrate, y el director general de la SPRI, Tomás Orbea. Hasta ahora hay dos imputados, Antón Zubiaurre, director general de Sprilur de 1999 a 2009, y un comercial de la SPRI, que anteriormente fue el chófer personal de Zubiaurre.

La tarea se centrará ahora en una revisión exhaustiva de ordenadores

Desde hace una semana, la Ertzaintza ha realizado un exhaustivo barrido en el edificio de la Plaza Bizkaia en Bilbao, donde están ubicadas varias sociedades públicas. Primero empezó con la SPRI, que ocupa las plantas tercera y cuarta, con un rastreo de los despachos, que en cada caso se prolongó durante cuatro horas.

Aunque la investigación está centrada en esta sociedad, desde el martes se ha empezado a rastrear los locales del EVE (Ente Vasco de la Energía), emplazado en la segunda planta, para cerciorarse de que no existe ningún otro dispositivo de escucha. Según las fuentes consultadas, el resultado ha sido negativo. En principio, los agentes no van a realizar más barridos en dependencias del Gobierno y la tarea se va a centrar ahora en una revisión exhaustiva de los ordenadores, tanto en los diferentes despachos de la SPRI como del EVE. El objetivo es comprobar si existen más dispositivos para acceder a ellos, como ha ocurrido con los tres altos cargos.

La actuación de los agentes ha permitido comprobar las deficiencias de seguridad en el edificio que alberga a estas sociedades públicas, pese a que se abrió hace solo tres años. En el inmueble, se puede oír con facilidad las conversaciones en los despachos, aunque estén cerrados, e incluso entre una planta y otra. Por ello, la Ertzaintza ha recomendado al Gobierno que se adopten nuevas medidas de seguridad.

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El juzgado de instrucción número 10 de Bilbao ha constatado que la vigilancia ilegal se realizaba desde fuera de la sede de la SPRI, a través de dispositivos instalados antes del cambio de gobierno, en junio pasado. De esa manera, no era necesario actuar desde dentro. Sin embargo, además de los dos únicos imputados hasta ahora, se investiga a varias personas vinculadas al PNV y a actuales empleados de la SPRI.

El consejero de Industria, Bernabé Unda, anunció hace unos días mano firme contra los presuntos implicados. "Aquí, quien la hace la paga", manifestó. El Gobierno tiene intención de personarse en el caso como perjudicado y espera que la Justicia "llegue hasta el final", según dijo la portavoz del Ejecutivo Idoia Mendia.

Secreto de sumario

La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao, encargada del caso, sigue mantiendo el secreto de sumario de las actuaciones, desde que se conocieron públicamente el pasado 25 de junio al ser detenido en su domicilio de Mendaro el ex director de Sprilur Antton Zubiaurre.

Aunque se había especulado que, tras el arresto de Zubiaurre (en libertad con cargos), en los siguentes días se levantaría el secreto sumarial, la juez no ha adoptado esa decisión y sigue ordenando actuaciones, como los rastreos de la Ertzaintza.

Lo único conocido hasta ahora es que dispone, según las fuentes consultadas, de un cúmulo de pruebas "contudentes" contra Antton Zubiaurre, el principal implicado hasta ahora.

El hecho de que uno de los espiados haya sido el director de la SPRI lleva a suponer que la trama ha obtenido datos concretos no sólo sobre los suelos industriales sino tambien de las estrategias y planes del Departamento. Y es que Tomás Orbea mantiene un contacto directo por los correos electrónicos (una de las vías presuntamente espiadas) con el consejero de Industria, Bernabé Unda.

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