La deuda pendiente
Tras un proceso judicial por blanqueo de dinero que duró 12 años, pese a las apariencias, Los Charlines lograron uno de los mayores éxitos cuando el Tribunal Supremo acordó el embargo y no el comiso de sus bienes, revocando así la sentencia de la Audiencia Nacional. La Sala les dio la razón a Los Charlines, que alegaron en el recurso de amparo la imprecisión de la sentencia sobre el origen del dinero. En la frase "con dinero procedente, en todo o en parte, del tráfico ilícito ilegal de drogas" se basó el alto tribunal para dar un vuelco al proceso. Desde entonces, la Justicia ha buscado otras vías para demostrar que esta poderosa organización familiar tenía otros recursos, de origen ilícito, que le han permitido recuperar algunas empresas embargadas pujando en las subastas cuando, aparentemente, estaba arruinada.
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