Hay que prepararse

Aunque cambien los toros, aunque sepan que solo vienen los guiris y los cuatro enfermos de siempre, de un profesional se espera que entienda la entidad del compromiso. Torear en Madrid no debe ser sumar una más, pasar por ahí, cumplir, volver a la plaza con el traje limpio y darse la mano con la cuadrilla en la furgoneta. ¡Uf, para habernos 'matao'! Porque torear en Las Ventas tendría que ser la oportunidad para salir del olvido, para dar un paso al frente y hacer que ciertos nombres comenzasen a sonar.

La terna no puso nada para agradar. Ni ganas, ni entrega, ni emoción. Sólo dudas, muchísimas en el caso de Antón Cortés, un torero que ni se acordó de sus buenas formas con el capote. De novillero y en su primera etapa dejó buen sabor de boca en cada tarde en esta plaza. Ni se acordó, acobardado, demasiado precavido, casi medroso, no fue ni la sombra de sí mismo.

Ambel Posada, torero de cierto gusto, estuvo ayuno de ideas y sabor. Apático y distante, tiró las tres cartas y pasó de largo. El quinto toro, que plantó pelea en varas, fue aprendiendo a defenderse gracias a la nefasta labor del diestro con la muleta.

Peor fue el caso de Javier Cortés, matador de reciente alternativa, apabullante figura del mundillo de los novilleros y aspirante a figura. Pesado, insistente pero sin una sola idea para entender lo que le pedía su lote. Con el sexto terminó por enfadar al respetable con probaturas con el cuerpo pegado a la oreja del toro. ¿Sabrá citar cruzado y de frente?

Antes de aceptar ver su nombre en los carteles, ganaderos y diestros tendrían que consultar consigo mismos si son capaces de aportar algo de interés. Sin preparación no se puede venir a Las Ventas. Sin respeto al público, tampoco. Ese respeto al público hace tiempo que se ha perdido en el 237 de la calle de Alcalá. El pasado viernes la Comunidad de Madrid decidió dar una prórroga a la empresa Taurodelta, actual explotadora de la plaza. Tras cerrar una de las peores ferias de San Isidro y desprestigiar los festejos como nunca se había hecho la empresa recibe como premio la gestión en 2011.