Una jugada de museo
La acción del gol, toque, velocidad, finura y definición, retrata a España
El plan de costumbre, válido para los partidos de clasificación, le valió a Del Bosque para un encuentro histórico. La clave no está en la alineación, la misma que contra Chile y Portugal, sino en los cambios y el desequilibrio que se produce habitualmente con la sustitución de Torres. A cada jornada acostumbra a aparecer Cesc para abrir el encuentro y Marchena para cerrarlo después de que Villa haya marcado su tanto de rigor: y van cinco. Y, en mitad del carrusel, queda un protagonista: si contra Portugal fue Llorente, ayer la sorpresa fue Pedro. El punto fuerte de España es su versatilidad y cantidad de recursos para resolver los choques más enrevesados, como el de Paraguay, que negó durante una hora a una imprecisa España.
Martino preparó el partido con un futbol de presión y anticipación, y a los muchachos de Del Bosque se les escurrió la bola por culpa del rival, de la cancha y de la pelota, demasiada rapidez para un día que requería paciencia. España practica una y mil veces la misma jugada: ayer no le salió en 999 ocasiones, pero cuando la ligó fue terminal. La acción resumió la declaración de intenciones de todo el partido: toque, velocidad, finura y definición. Insuperable.
- Casillas. Apareció en el momento decisivo cuando le paró un penalti a Cardozo con tanta seguridad que blocó el tiro. Pero también intervino nada más empezar el partido, cuando atajó un remate de Santana en una ocasión generada a la salida de un saque de banda. No le quedó más remedio que sacar la pelota en largo porque siempre tenía encima un delantero que le encimaba. Acabó siendo de nuevo decisivo al final en un doble remate de Paraguay.
- Sergio Ramos. Empujó por su banda sin alcanzar buenas posiciones para los centros. Tuvo poco impacto en el partido y acabó con una venda en la cabeza por una patada de Santana.
- Puyol. Exigido por los desmarques de Valdez y preocupado por el tiro de Cardozo. Necesitó sentirse protegido porque cuando Piqué se arrancó hasta alcanzar el punto de penalti y la jugada continuó con una contra de Paraguay, el central se vio desbordado. Disminuido físicamente, acabó sustituido por Marchena.
- Piqué. Agarró a Cardozo en un córner y el árbitro pitó penalti en una jugada que algunos colegiados castigan y otros pasan por alto. Asumió la responsabilidad de intentar sacar el balón desde la defensa ante la presión de Paraguay. Tapó, cortó y tiró buenas diagonales que no tuvieron continuidad por la falta de juego en las bandas.
- Capdevila. Participó del partido más como extremo que de lateral ante la falta de marca. Tuvo llegada, centró con reiteración, aunque de forma irregular, y remató también a portería.
- Busquets. Tan presente como impreciso. Atendió sus obligaciones de volante central, bien posicionado, muy atento y solvente en la tarea defensiva. En cambio, no mezcló bien porque a menudo se le escurría la pelota.
- Xabi Alonso. El árbitro le obligó a repetir el penalti por la entrada de dos jugadores al área: convirtió el primero, a la derecha del portero, y falló el segundo, cuando cambió la dirección del tiro y buscó la izquierda de Villar, acertado en el rechace del cuero. Muy trabajador, penó en la construcción del juego porque le cuesta jugar en espacios reducidos, no tiene un buen toque en corto, y tampoco alcanzó posiciones para practicar su disparo.
- Xavi. Revoloteó sin parar con la pelota en los pies en busca de filtrar un buen pase para los delanteros, y suyos fueron los dos remates de media distancia más interesantes. Muy presente en el partido, tuvo poco acompañamiento en la zona y apenas se contaron desmarques de los puntas. La única vez que pudo jugar de primera, tocó para Iniesta y se enhebró la jugada del gol.
- Iniesta. Irregular al inicio, se creció con el paso del partido y acabó siendo decisivo en la jugada del gol, cuando finalmente consiguió quebrar a dos zagueros, maniobrar en el campo abierto y abrir el juego para la llegada de Pedro. Al inicio pareció invisible, incluso después de cambiarse de banda, para después resultar capital en la asistencia del 1-0. Nadie se maneja mejor en el uno contra uno y, por tanto, o genera situaciones de superioridad o pierde el balón. Le alcanzó con una jugada para desequilibrar el partido.
- Torres. No está en forma y quedó retratado en las diferentes ocasiones en que pudo imponer su potencia y velocidad habituales. Necesita estar en plenitud física para marcar las diferencias. Acabó sustituido y con su salida se aceleró España.
- Villa. Gol de Villa, victoria segura de España. Aprovechó el rechazo del poste a tiro de Pedro y remató al otro palo para convertir la victoria. Le dio profundidad al equipo y se batió siempre con los zagueros paraguayos. Forzó el penalti por una carga y atropello de Alcaraz. No tiró la pena máxima seguramente porque falló la transformación en el partido contra Honduras.
- Cesc. Despertó al equipo con su salida. Muy dinámico, tuvo llegada y el árbitro no le pitó un claro penalti a favor después de recoger el despeje del portero en la pena máxima marrada por Alonso.
- Pedro. Una bala. Afilado, entró por la banda derecha, forzó jugadas de ataque y acompañó la jugada con clarividencia. Remató al palo la asistencia de Iniesta que al final embocó Villa y después asistió de nuevo al ariete con un pase al hueco que no encontró portería.
- Marchena. Un buen recurso para combatir el juego aéreo de Paraguay en los últimos minutos.
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