Meryl Streep, mujer de hierro
La actriz se embarca en uno de los papeles más duros de su carrera al preparar el personaje de Margaret Thatcher
Nominada a los Oscar en 16 ocasiones y poseedora de dos estatuillas doradas, Meryl Streep quiere demostrar de nuevo que no hay papel que se le resista encarnando a un hueso verdaderamente duro de roer: Margaret Thatcher, la carismática y controvertida ex primera ministra británica, quien se labrara a pulso el apodo de La Dama de Hierro.
La actriz estadounidense negocia con las productoras Pathé y Film 4 su participación en una película sobre los 17 días que precedieron a la guerra de las Malvinas (1982), un conflicto que se saldó con la victoria británica sobre Argentina y alentó la reelección de Thatcher al año siguiente. Intérprete de una variada gama de personajes que han labrado su reputación, Streep podrá reeditar el impecable acento británico que impostó en La mujer del teniente francés y volver a ponerse en la piel de una protagonista de carácter tan férreo como el de la editora de Vogue en El diablo viste Prada (inspirado en la Anna Wintour de carne y hueso). La artista ha expresado gran interés por un proyecto que, de consumarse, la pondría de nuevo a las órdenes de Phyllida Lloyd, directora de ese gran éxito cinematográfico titulado Mamma Mia! La cinta, que nos brindó una inusual imagen de la actriz cantando y bailando al son de los populares temas de Abba, logró recaudar 600 millones de dólares.
Detrás de toda gran mujer no siempre hay un gran hombre, pero Margaret Thatcher sí contó con el apoyo de su marido, el millonario Dennis, para apuntalar su carrera política y acompañarla a lo largo de los 11 años en que la dirigente ocupó el número 10 de Downing Street (1979-1990). Ese personaje masculino y secundario tomará prestado en el celuloide el rostro del actor británico Jim Broadbent, un verdadero robaplanos que también fuera merecedor en su día de un Oscar.
La antigua jefa de gobierno conservadora, octogenaria y aquejada de demencia senil, es hoy apenas una sombra de aquella líder inflexible, admirada y denostada a partes iguales. De la mano de Meryl Streep, la figura se dispone a recuperar toda su fortaleza en el cine, con sus luces y sus sombras.
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