El constructor juzgado por un tiroteo alega que quería suicidarse
Manuel Torres disparó a un promotor amigo en 2008
Manuel Torres Veiga, de 54 años, un constructor de Vigo que en 2008 realizó dos disparos con una pistola semiautomática contra su amigo y promotor de Oia, Javier Fernández, dijo ayer en el juicio que fueron fortuitos porque en realidad quería suicidarse delante de un testigo.
Aunque su declaración resultó poco verosímil para el tribunal y la audiencia, provocando incluso alguna carcajada entre el público, el ministerio fiscal cambió la calificación y rebajó la condena del acusado para el que pedía 14 años de cárcel por asesinato en grado de tentativa y tenencia de armas.
En sus conclusiones definitivas, la fiscal Carmen Novo calificó el extraño episodio ocurrido hace dos años en un chalé de Oia, como una tentativa de homicidio y solicitó al tribunal la pena de seis años para Manuel Torres y un año más por estar en posesión de una pistola detonadora Reck, modelo P&E. "Quería suicidarme, pero, al sacar la pistola del bolsillo para llevarla a la cabeza, el arma se disparó accidentalmente dos veces contra mi amigo", dijo el constructor.
Manuel Torres Veiga explicó que llevaba una pistola en el bolsillo del pantalón "porque tenía muchas deudas y estaba amenazado por los prestamistas". Con el único propósito de acabar con su vida, relató el constructor, se citó en la casa de la víctima para supervisar unas obras que estaba realizando. "Quería que hubiera un testigo, para que alguien pudiera contar luego lo que pasó".
Aunque el acusado insistió en que no quería disparar contra su amigo, el promotor había denunciado que una de las balas le pasó rozando la nuca. La víctima declaró que había salido con Manuel Torres a comprobar la bajante de los desagües, cuando éste sacó el arma del bolsillo y disparó. El promotor asegura que giró la cabeza, lo cual evitó que la bala le alcanzase de lleno. El acusado, afirma Javier Fernández, apretó de nuevo el gatillo pero el arma se le encasquilló, momento que aprovechó el promotor para salir huyendo. Mientras la víctima escapaba pidiendo socorro, Manuel Torres accionó de nuevo la pistola efectuando dos disparos más, pero el arma volvió a encasquillarse al tropezar y caer al suelo.
Constructor y promotor han coincidido en la cárcel y llegaron a la Audiencia de Pontevedra esposados. Un año después de denunciar a su amigo, Javier Fernández ingresó en prisión, implicado en una red que se dedicaba a robar droga y extorsionar a narcotraficantes en Arousa.
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