Fiestas sin barreras sociales

La filà de Pego Al-Hagamba Muza lo eligió, por aclamación popular, capitán moro para las fiestas este año y su familia aceptó con "la misma alegría inmensa que hubiera sentido cualquier otro vecino del pueblo". Salvador Trotonda, de 29 años y con síndrome de Down, se convertía así en la primera persona con discapacidad psíquica en desempeñar uno de los cargos festeros más importantes del municipio. La designación señalaba además un camino calado de futuro: el de la integración social, con la certeza de que cualquier ciudadano con este tipo de impedimento puede realizar las mismas actividades que otra persona.

Entre el viernes y ayer Pego disfrutó de sus Moros y Cristianos y Salvador participó con toda naturalidad en cada acontecimiento a los que debe acudir en razón de su cargo. "Es verdad que tiene dificultades en expresarse, pero por lo demás representa la fiesta con toda naturalidad" señala su padre, Tito, quien añade que cuando la familia supo de la designación de su hijo en seguida se dieron cuenta de que era "una forma de superar barreras". Y precisa: "Aunque estemos acostumbrados a que los capitanes sean siempre los más guapos o los más festeros, todos los ciudadanos, más allá de su condición, tienen derecho a acceder a este cargo con normalidad".

Trotonda ha participado en la fiesta con total naturalidad

Defiende que la historia enseña a convivir en igualdad

En el tradicional saludo de los capitanes del libro de fiestas, Salvador asume sin aspavientos esta situación sin precedentes en el panorama festero de los pueblos valencianos: "Posiblemente algunos se extrañarán de que una persona discapacitada como yo pueda representar este cargo, pero si entendemos esta fiesta como un homenaje a la convivencia entre culturas, que parodia las guerras antiguas y reivindica la paz deseada, coincidiréis conmigo en que la figura del capitán festero ha de transmitir alegría y conciliación y no violencia ni agresividad".

El capitán moro de Pego advierte de que es precisamente la cruenta historia a la que estas fiestas homenajea la que enseña a convivir en igualdad: "Las personas que sufrimos algún tipo de impedimento no reuniríamos condiciones para capitanear crueles batallas -ni falta que hace- como las que libraban moros y cristianos, pero en las cosas de la paz podemos ejercerlas con la misma dignidad que cualquier otra persona simpática y bien intencionada, sea cual sea su raza y condición".

La carta firmada por Salvador Trotonda utiliza la ironía: "Habrá con razón quienes no crean que este escrito haya sido elaborado por mí, pero también hemos de convenir que la inmensa mayoría de capitanes moros, presidentes, políticos y otras figuras representativas de nuestra sociedad tampoco suelen redactar los discursos que dirigen al público".