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Tragedia en Castelldefels

"No tenemos 12 cuerpos, tenemos 20 sacos"

La Generalitat avisa de que la identificación de las víctimas mortales será lenta

El penoso trabajo de identificar los cadáveres de los fallecidos en Castelldefels no ha hecho más que empezar. Para mayor angustia de los familiares, la espera será larga. Algunos de los cuerpos están literalmente seccionados. En otros casos, el rostro está desfigurado, lo que dificulta la identificación. Los forenses trabajan contrarreloj para aliviar el sufrimiento de las personas que aún no saben si hay algún familiar o amigo entre los fallecidos. "La tragedia ha sido muy grande, será un día muy largo", aseguró a mediodía de ayer Montserrat Tura, consejera de Justicia de la Generalitat, a las puertas del edificio del Instituto de Medicina Legal de Cataluña, donde a lo largo de la mañana fueron llegando los restos de las víctimas. Tura fue contundente al resumir las dificultades que entraña la identificación de los cuerpos: "No tenemos 12 cadáveres, tenemos 20 sacos". Rechazó dar una fecha concreta de finalización de la autopsia. Por la noche añadió que su departamento está trabajando con la "hipótesis de que los restos correspondan a 13 cadáveres", de los que ocho ya están identificados -siete hombres y una mujer-.

El estado de los restos obliga a hacer pruebas de ADN en algunos casos
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Un forense destacó la labor del juez del caso, que ayer ordenó que se sacaran de la estación los objetos personales de las víctimas. "Es un proceso que puede ser lento, pero se está haciendo bien. No puede haber errores", dijo.

El método de investigación es "a partir de troncos, ADN y huellas dactilares, porque no tenemos nada más; el trabajo será lento porque no queremos cometer ningún error", subrayó Tura. Recordó además que los atropellos de trenes producen daños muy importantes en los cuerpos, lo que dificulta aún más la tarea de los expertos. Una de las personas que trabaja en el operativo -integrado por 19 forenses, 21 policías científicos y 31 agentes de unidades de investigación- aseguró que es la primera vez que se enfrenta a una calamidad de estas características. Si el aspecto de un fallecido atropellado por un convoy impacta, el de estas personas es indescriptible, apunta.

Acompañados por psicólogos, los forenses están pidiendo a los familiares -que ayer se desplazaron desde el centro cívico de Castelldefels hasta el Instituto de Medicina Legal de Cataluña, donde se realiza el trabajo- que les informen de las características físicas de las víctimas para poder cotejar esa información -por ejemplo, si tiene pecas, cicatrices o tatuajes, o si lleva un anillo- con los datos de los que disponen. Los expertos barajan incluso la posibilidad de pedir a las familias que aporten hoy algún objeto personal del fallecido para extraer de él muestras de ADN.

Las familias que ya han respondido al cuestionario de la policía científica pueden volver a sus casas hasta que se las requiera de nuevo, aunque algunas ya han expresado su deseo de quedarse en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal.

"Trabajamos intensamente, la voluntad es tener finalizado el trabajo lo antes posible, aunque, si se tienen que extraer muestras de ADN, se puede tardar días en disponer de una información definitiva", precisó Tura. La consejera explicó que en el momento del accidente se activó el protocolo de actuación "en sucesos con víctimas múltiples". "Es la primera vez que se activa desde que se creó. No pensábamos [que fuéramos a] hacerlo tan pronto", comentó. A mediodía, ocho de estos técnicos llegaron cargados con bultos. En una de las maletas se podía leer: "Material de catástrofes".

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Colombia confirmó ayer la muerte de dos ciudadanos de ese país, de 33 y 37 años, en el accidente. Se trata de Johan Mauricio Osorio, de 33 años, casado y con dos hijas, que llegó hace tres años a Cataluña; y Jorge Eliécer Serrano, de 37 años, que reside en España desde hace dos años. El vicecónsul de Colombia en Barcelona, Ramón Jaller, ha acompañado a los familiares de las víctimas. El cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellana Ruiz, aseguró por su parte que al menos cinco de las víctimas mortales o de los desaparecidos son ecuatorianos.

Unos jóvenes, sentados ayer en el anden de la estación de tren barcelonesa.
Unos jóvenes, sentados ayer en el anden de la estación de tren barcelonesa.GIANLUCA BATTISTA

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