Marcello Lippi ha fallado

Como de costumbre, Italia ha regalado la primera hora del partido. Empezar con el marcador en contra para un equipo como este es un escollo enorme. Si ya entra en confusión por sí solo, teniendo que remontar, las cosas se hacen eternas y nos convertimos en aún más lentos, imprecisos y nada lúcidos. Hemos jugado con pocas ideas y mucha confusión. El grupo era este, no había más. No quiero hablar ahora de los ausentes, aunque dije desde el principio que faltaban determinados jugadores. Pues, si el grupo es este y no hay más, Lippi debería haber creado las condiciones para que jugara mejor. Debería entonar el mea culpa ahora porque ha cambiado tres esquemas tácticos en tres partidos. Ha hecho los cambios yendo siempre a remolque. Creo que si hay un culpable es él. Los jugadores no tienen nada que reprocharse: han puesto corazón y empeño. Bien es verdad que algunos no han estado a la altura y otros no han sido colocados en condición de rendir. Marchisio ha jugado fuera de su sitio. Gilardino y Gattuso no estaban bien físicamente. Criscito no estaba preparado para jugar en esta selección. Y Pepe, directamente, no está a la altura.

Algunos jugadores no han estado a la altura y otros no han sido puestos en condición de rendir

En los últimos 20 minutos hemos creado cuatro ocasiones de gol y casi pasamos a octavos. Pero la realidad de este equipo es que no tiene un hilo lógico. Lippi debería haber preparado mejor al grupo. Es lo que tiene que hacer un entrenador. Si ha decidido que se tienen que quedar fuera algunos, lo suyo es que saque provecho a los que tiene. No ha sabido hacerlo. Lo ha reconocido, según le he escuchado en las primeras declaraciones. No ha sabido transmitir lo que él quería. Más allá de que no hubiese fuoriclasse [fueras de serie], yo sí creo que teníamos equipo para desbloquear la situación y pasar a octavos.

No lo hemos sabido hacer y lo más preocupante es que Italia no ha sabido mostrar ni transmitir seguridad. En ningún momento he visto un equipo seguro. Y esto debería hacer reflexionar primero a Lippi y luego al calcio en general. No soy pesimista porque nuestro fútbol será capaz de empezar de cero. Estoy convencido, esto no se acaba aquí porque nunca dejaremos de ser competitivos. La tarea más difícil la tiene ahora Cesare Prandelli. Tendrá que ser capaz de reformar el grupo, darle la posibilidad de crecer con nombres nuevos y hacerlo en un breve periodo de tiempo.