Los relatos de Luis Manuel Ruiz funden miedo y humor

Crímenes, secretos, personas que regresan a su casa en la noche y en una curva se topan con una sorpresa inquietante, una casa junto al mar de la que no se puede escapar... Y un científico loco y un hombre dedicado a alcanzar la santidad. En resumen, un poco de miedo, pero también unas dosis de humor. Más o menos, como la vida misma. Luis Manuel Ruiz (Sevilla, 1973) acaba de publicar el libro de relatos Sesión continua en la editorial Algaida. El libro obtuvo el séptimo premio Iberoamericano de Relatos Cortes de Cádiz.

"Estos 11 cuentos abarcan un arco temporal bastante amplio. Es un conjunto de cuentos escritos en los últimos 10 años", resume el autor. Desde hace mucho tiempo se repite el tópico de que los libros de relatos no interesan a los editores porque venden poco. "Hay una serie de prejuicios. El gran problema es de comercialidad. Los lectores poco especializados tienden a comprar libros largos, densos, con muchas páginas. Por poco precio tienen mucho que leer. Literariamente hablando, el cuento es más prestigioso que la novela", afirma Ruiz.

¿De dónde surge el título Sesión continua? "Quería recoger la idea de un acercamiento a la cultura popular, que es una constante de lo que suelo escribir en novela y cuento. He querido recoger tradiciones del cine y del cómic. Soy un gran fan del guionista de cómic Alan Moore. También me gusta mucho el cómic de superhéroes. En cine me gusta la ciencia ficción o directores como los hermanos Coen, Tim Burton o David Lynch", asevera Ruiz, que es autor de las novelas Obertura francesa (2002), El ojo del halcón (2007) y Tormenta sobre Alejandría (2009), entre otras.

"Dicen que, poco antes de morir, el hombre ve circular sobre la pared de su cráneo, como en un cinematógrafo, los acontecimientos cruciales de su vida". Así se inicia el relato que da título al libro. "No he tenido ninguna experiencia cerca de la muerte. No sabemos qué es lo que nos queda en ese momento último", dice el autor de Sesión continua. La sombra de Jorge Luis Borges planea sobre el libro. "Soy un deudor confeso de Borges. Empecé en esto por Borges. En el momento en que me dedico al cuento se me ve el plumero", concluye el escritor sevillano entre risas.