Ence admite que busca alternativas a Lourizán pero sin aclarar plazos

"No existe ninguna vía y están todas abiertas en este momento". Por la más absoluta ambigüedad transitó ayer el consejero delegado de Ence a la hora de analizar el eventual traslado de la fábrica de pasta de la ría de Pontevedra, cuya concesión administrativa caduca en 2018.

Tras la junta general de la compañía, Antonio Palacios se limitó a asegurar que existe "buena disposición por parte de todos" para "colaborar en la búsqueda de una solución" a la ubicación de la planta de Lourizán, gesto que sirvió a la Consellería de Medio Ambiente para aplaudir lo que consideran una estrategia que "está en sintonía con la postura que la Xunta viene manteniendo desde el inicio de la legislatura". De fechas, ni una palabra.

Tampoco se mencionó el posible adelanto del traslado respecto al plazo de 2018, como había negociado el presidente de Ence, Juan Luis Arregui, cuando se presentó al fallido concurso eólico del bipartito. A la Xunta le ha bastado con que el primer ejecutivo de Ence admita por primera vez que busca "alternativas" para ofrecer una vez más su apoyo a una nueva ubicación que se circunscriba a la comarca de Pontevedra. Desde Medio Ambiente no entran a valorar la reciente autorización administrativa concedida por la Consellería de Economía para que la compañía levante una planta de biomasa en Lourizán.

Palacios, sin embargo, se explayó en lo trascendental que será para Ence esa planta e intentó desligarla del futuro del complejo pastero de Lourizán. "Sea cual sea la alternativa con la fábrica de Pontevedra, será la misma que con la planta de biomasa: tendremos un complejo industrial sólido, más potente, más eficiente y más rentable", dijo tras la junta de accionistas celebrada ayer. "El traslado", prosiguió sin despejar incógnitas, "está en proceso de avance, de buscar y encontrar alternativa". "Estamos viendo una ambiente favorable para ir buscando soluciones" a una fábrica, resaltó, "que lleva ahí cincuenta años" y que es un ejemplo "mundial en producción limpia". Palacios rechazó que la factoría, pese al rechazo que suscita en Pontevedra, sea "elemento contaminante" en la ría y puso como ejemplo el hecho de que se hayan han concedido banderas azules a playas situados en el entorno de la celulosa.