El Ayuntamiento impone la recogida de basuras cada dos días durante la huelga

Intentar que la huelga se note lo menos posible. Esa es la meta del Ayuntamiento de Madrid ante el paro indefinido convocado el próximo lunes por los trabajadores del servicio de recogida de basuras. La entidad responsable de la salud pública anunció ayer los servicios mínimos con los que se garantizará que la recogida de residuos se haga cada dos días y que a los hospitales, escuelas, residencias, mercados y galerías de alimentación no les afecte la huelga.

Tampoco se resentirá la recogida de papel, cartón y vidrio ni la de animales muertos. Además, la Concejalía de Medio Ambiente ha reforzado el número de contenedores en los barrios donde los vecinos no tienen el cubo en su edificio.

La recogida se organizará por distritos en días alternos

Los sindicatos aseguran que se cumplirán los servicios mínimos

"Es fundamental la colaboración ciudadana", insiste una portavoz de Medio Ambiente. Insiste porque el servicio se prestará por distritos, así que cada vecino tiene que estar atento para deshacerse de su basura solo los días que le toque.

A partir del día 21 y el resto de días impares que dure la huelga los camiones pasarán por los distritos de Centro, Arganzuela, Retiro, Tetuán, Fuencarral-El Pardo, Latina, Moratalaz, Ciudad Lineal, Villaverde y San Blas. El día 22 y el resto de días pares la basura se recogerá en los distritos de Salamanca, Chamartín, Chamberí, Moncloa-Aravaca, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Hortaleza, Villa de Vallecas, Vicálvaro y Barajas.

"Los servicios mínimos son tan abusivos como lo son siempre. Pretenden que cada 48 horas esté limpia toda Madrid", lamenta Moisés Torres, de UGT. En su opinión, "la empresa aprovechará para sacar al 80% de la plantilla a la calle porque el segundo día la basura acumulada será el doble y no podrán recogerla solo la mitad de los trabajadores". "Están intentando vulnerar nuestro derecho a la huelga", afirma el sindicalista en referencia a la iniciativa de Medio Ambiente de incrementar el número de contenedores.

"Vamos a cumplir escrupulosamente los servicios mínimos", asegura por su parte Jesús Ángel Belvis, de CC OO, molesto también por las medidas de refuerzo del Ayuntamiento.

La huelga -la tercera en ocho años- responde a una protesta contra el recorte del 15% que el alcalde ha exigido a FCC, la empresa adjudicataria del servicio. Ese tijeretazo permitiría ahorrar al Ayuntamiento 26 millones de euros del contrato de 177 millones.

Para asumir las nuevas condiciones económicas impuestas por el Consistorio, la empresa ha planteado a sus 1.600 empleados el despido de 80 mozos y 40 conductores, un descuento del 7% en sus nóminas de 1.400 euros netos y una modificación de su organización de trabajo.

Esta reestructuración implicará una mayor carga de trabajo para los empleados. Durante los turnos nocturnos y matinales de los domingos los camiones tendrán que ampliar su recorrido; también se reducirán los coches la última quincena de julio y la primera de septiembre (además de la habitual rebaja durante el mes de agosto) y los envases solo se recogerán en días alternos, en lugar de todos los días como se venía haciendo.

La basura será la misma, pero habrá menos trabajadores que la recojan y el servicio se resentirá los domingos y, durante la temporada estival, del 15 de julio al 15 de septiembre.

La empresa, que sigue sin pronunciarse con relación a la protesta, volvió a reunirse ayer con los empleados a los que volvió a ofrecer las mismas medidas de despidos y recorte salarial, según los asistentes. Los sindicatos, aseguran, no cederán mientras los despidos estén encima de la mesa de negociación.