_
_
_
_
Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | España

Faltan arietes o sobran las porterías

Por más recursos que tenga, la selección depende de los goles de Villa

Ramon Besa

La selección española se quedó por segunda vez a cero y sumó su segunda derrota en 27 partidos -25 ganados- desde que el seleccionador es Vicente Del Bosque. El resultado puede indicar que al equipo le falta un punto de rebeldía para remontar determinados partidos y también que sus victorias dependen sobre todo de los goles de sus dos delanteros, jueguen juntos o por separado, circunstancia que ha provocado que en determinados círculos se discuta nuevamente sobre el estilo de juego.

No se trata de cuestionar el fútbol del equipo, y menos después de ganar la pasada Eurocopa con un gol precisamente de Torres, sino de reflexionar sobre las alternativas cuando los arietes no dan con la portería. La fórmula de recurrir a extremos como Navas y Pedro para mover a la defensa suiza no pareció mala. A cambio, se quedaron sin jugar Cesc y Llorente, dos jugadores con gol, de la misma manera que por una vez no funcionó el recurso Piqué como efectivo rematador.

De los medios del Barça, solo Iniesta ha marcado en un partido oficil con Del Bosque
Más información
Los campeones se levantan
Cesc, rebelde con causa
"Honduras es una final"

Villa es el mejor goleador de la Liga (21) y de España (10) en partidos oficiales con Del Bosque. La selección echó en falta una diana suya ante Suiza. Tuvo una ocasión franca y equivocó el tiro. Tampoco atinó Torres cuando salió a la cancha. Aunque las lesiones le han machacado durante la temporada, El Niño es muy regular ante la portería: ha anotado 18 tantos en 22 partidos con el Liverpool y tres en los partidos oficiales de esta selección. Las mejores alternativas a los delanteros han sido un central, Piqué, y volantes como Mata, Cesc y Silva, todos con tres tantos. O también medios como Xabi Alonso (2). Tanto Piqué como Silva y Xabi pudieron marcar ante Suiza. Del Bosque, por tanto, fue consecuente con la hoja de servicios del equipo. Acaso se puede debatir sobre los cambios, y no tanto por los que entraron como por los que no salieron.

Navas y Pedro han completado un curso sensacional. El sevillista ha totalizado 10 goles en 51 partidos por 23 en 49 del azulgrana. Tienen el gatillo fácil y, en calidad de extremos, abren el campo y ponen centros. A Navas se le escapó por un dedo un tiro estupendo y Pedro también rondó el marco rival. Ambos justificaron su actuación al tiempo que Cesc y Llorente se cargaban de razones para pensar que podían haber sido la solución. Así lo asegura la estadística: Cesc ha metido 22 goles en 43 partidos con el Arsenal este año y Llorente, 23 en 51 con el Athletic.

Los goles de los centrocampistas del Barcelona, por el contrario, son cosa rara: apenas superan la media docena entre Xavi (6), Busquets (1) e Iniesta (1) con el Barça, y sus números con España son todavía más exiguos: únicamente Iniesta (1) figura como goleador oficial con Del Bosque. Los volantes barcelonistas no marcan sino que definen el estilo de juego. Mastican las jugadas y necesitan el desmarque de los delanteros para filtrar pases interiores o que los centrocampistas sean profundos por las bandas. Iniesta y Silva, por ejemplo, a veces parecen jugadores repetidos, aunque el valencianista tiene más gol, mientras que tampoco resulta fácil sincronizar los movimientos de Xavi, Alonso y Busquets. A veces, cuando no mezclan bien y juegan sin rapidez ni rupturas, su fútbol se vuelve rutinario, como ocurrió contra Suiza, de la misma manera que cuando actúan en la misma sintonía resultan terminales. No es fácil equilibrar la zona media ni encontrar la velocidad de ejecución de la jugada porque no todos los futbolistas saben jugar a un toque como los azulgrana o tienen el despliegue de Xabi o son tan completos como Silva.

El debate siempre será el mismo, en función del resultado: si falta un delantero o sobra un medio, si es mejor que entre un extremo o un ariete, o si se impone un juego más directo y selectivo que retórico. La selección, de todas maneras, es un equipo reconocible incluso en la derrota. Aunque sin profundidad, España no dejó de hacer lo mismo de siempre contra Suiza. La diferencia estuvo en los detalles que acostumbran a ser decisivos en un torneo corto. España dispone de recursos futbolísticos de sobra para corregirse, sobre todo si Villa (37 goles en total) y Torres (24) se reencuentran con el gol y se asume que no hay fórmula infalible que valga, incluso cuando es la selección que más veces remata a portería una vez completada la primera jornada. Ocurre que La Roja es más extremista que ninguna: no tiene término medio. Nunca empató un partido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_