_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Clamar al cielo sin predicar con el ejemplo

Ferran Bono

Les propongo un juego. A ver si averiguan quién puede ser el autor de la siguiente afirmación: "(...) La manipulación, el sectarismo, la desvergüenza informativa se han convertido en la normalidad de unos informativos dirigidos y proyectados para mantener una única voz y un único pensamiento (...)". Esperen, antes de contestar, que les voy a dar una pista con otra manifestación de un colega: " (...) Los informativos de Televisión Española distan mucho de ser objetivos, imparciales y plurales, como debieran ser, porque sus informativos hoy por hoy son sectarios, partidistas, y muy, muy faltos de rigor (...)". Ya ven por dónde van los tiros. Los que disparan son diputados del PP en una reciente sesión de la Comisión de Control de RTVE del Congreso. Y los tiros van dirigidos a Alberto Oliart, el presidente de RTVE elegido por consenso entre el PSOE y el PP hace unos meses y ahora convertido en objetivo a batir, por una cuestión estratégica, electoral.

Sabido es que encajar va con el cargo y criticar es consustancial a la oposición. Las ráfagas impactan en Oliart en forma de denuncias de manipulación y peticiones de dimisión. Este tremendismo, sin embargo, no es más que la traca mojada de una boda entre el pluralismo y el PP que se antoja imposible si no es por la vía de la doble moral. Porque quien denuncia (como los diputados valencianos del PP, tan paradójicamente activos en esta comisión) es el mismo que lleva al minuto 40 de su informativo en Canal 9 la noticia de que el Supremo imputa a Camps un presunto de delito de cohecho impropio.

Un apunte para valorar el calibre periodístico de esta noticia: Fue portada en los principales medios españoles (periódicos, televisiones, radios y webs) de todos los signos y sensibilidades. No se trata, pues, de una cuestión subjetiva, ni objeto de debate. La imputación a un presidente de Gobierno autonómico por parte de cinco jueces (a pesar del temido juego sucio entre líneas de Trillo, que intentó también neutralizar al sastre de Gürtel mediante la difamación) es noticia de primera. Como lo fue la imputación original de Camps que, no obstante, la televisión valenciana silenció durante días. Más sibilino ha sido ahora el tratamiento de la imputación de Carlos Fabra por varios delitos: simplemente, Canal 9 no menciona su nombre en ningún momento en la farragosa explicación judicial destinada a la incomprensión de la noticia. ¿Se imaginan que TVE no informara como el resto de medios de la imputación de un delito al presidente de Gobierno o que se eludiera dar su nombre? ¿Se imaginan que el director general de la Ràdiotelevisió Valenciana fuera elegido por consenso?

Se dice que las comparaciones son odiosas, pero también son ilustrativas. Los informativos de RTVE pueden equivocarse en el tratamiento o no de determinadas noticias y pecar a veces de inflexibles, pero es incuestionable el intento de ofrecer un producto periodístico que tiende a respetar la pluralidad y el rigor. Entre algunos veteranos dirigentes socialistas he escuchado críticas por la línea informativa de RTVE y la numerosa presencia de políticos del PP, toda vez que el panorama de las TDT bascula entre la derecha y extrema derecha por obra y gracia de la pluralidad en las adjudicaciones de los gobiernos autonómicos populares. En cualquier caso, los telediarios de La 1 no sólo son líderes de audiencia sino que han logrado recientes premios internacionales (como el suizo Media Tenor), en competencia con televisiones como TF1, BBC, RAI, ABC, CBS News, Fox o NBC, que avalan su trayectoria y el carácter público de la cadena que los emite. Los informativos de RTVE tienen una dignidad que contrasta con los informativos de la cadena pública valenciana y de aquellos que, por ejemplo, auguraban con palabras gruesas la desaparición del centro territorial de RTVE en la Comunidad Valenciana y ahora callan cuando se anuncian nuevos cometidos como la digitalización del archivo de la cadena y la televisión a la carta que garantizan su futuro. Son los mismos que claman al cielo pero jamás predican con el ejemplo.

Ferran Bono es diputado en el Congreso por el PSPV-PSOE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_