Pros y contras de un boicot
No me malinterpretéis. Creo que la ley sobre inmigración aprobada en Arizona debe ser derogada, pero también creo que tener a grupos indies boicoteando el Estado es inane". Así empezaba el comunicado que publicó Damian Abraham, vocalista de la banda canadiense Fucked Up. Días antes, sus compatriotas de la banda Stars habían anunciado que no volverían a actuar en el Estado fronterizo mientras siga vigente la ley que permite a la policía interrogar a cualquier persona sospechosa de haber entrado en EE UU de forma ilegal. "¿Creen realmente Stars que al negarle su pop ensoñador a las gentes de este Estado van a lograr que el gobernador dé marcha atrás? Con esto, lo que hacen es no darle suficiente crédito a sus seguidores y asumir que todos están a favor de la ley. Cuidado, que si una banda como Nickelback, con esos seguidores tan catetos, es la que hace el boicot, entonces la estrategia es brillante".
"No permitimos que cualquier crítica hacia el Gobierno de Israel seatildada de antisemita"
Días después del anuncio realizado por Stars, Zach de la Rocha (en la foto), líder del mundo libre y de Rage Against The Machine se erigía en portavoz de una plataforma que abogaba por un boicot artístico al Estado más organizado. Sonic Youth, Juanes, Kanye West o Joe Satriani estaban entre los firmantes de un comunicado que arremetía contra la ley e iba un poco más allá, pues anunciaba que, gracias a ella, no sólo se iban a violar los derechos civiles de parte de la población, sino que también se les iba a estigmatizar "por la música que escuchan". Como era de esperar cada vez que la izquierda se lo pone fácil a la derecha, Fox News sacó todo su sarcasmo y su demagogia, calificando a Canadá como "el país donde se guarda la ropa de invierno" y recordando que a principios del siglo XX el país prohibió durante dos décadas la inmigración china. Aquí tenemos al periodista Greg Gutfeld, del programa Red Eye: "Escoged las causas justas y no las molonas y seguro que la respuesta a vuestras propuestas no será la carcajada. Ah, y el que esté en desacuerdo conmigo es un racista homófobo".
Pero el caso de Arizona no es el único que ha hecho alzarse en armas a la comunidad musical. El asalto a la flotilla humanitaria por parte de tropas israelíes ha hecho que artistas como Elvis Costello hayan decidido cancelar sus actuaciones en Israel. El inglés argumentaba que su decisión había sido tomada con "la conciencia y el instinto" y a pesar de ser consciente de que muchos de sus seguidores allí estaban también en contra de los atropellos cometidos por el Gobierno judío. Más tarde, Pixies decidían secundar la decisión de Costello. "Cuando se decide boicotear es imprescindible que quienes sufren las condiciones que se denuncian lo hayan pedido", comenta David Ashley, de la University and College Union, una institución británica en cuyo último congreso anual se debatió sobre lo pertinente de un boicot académico al Estado israelí. "En el caso de Israel, no permitimos que cualquier crítica hacia el Gobierno israelí sea tildada de antisemita".
Entre los seguidores en Arizona e Israel de los artistas que han anunciado sus boicots existen posicionamientos de todo tipo. Desde los que piden explícitamente a las bandas no venir a actuar hasta quienes afirman estar en desacuerdo con las políticas de sus Gobiernos, pero incluso más con la decisión de los grupos de no actuar en su territorio. Y como suele suceder en estos casos, hay fans y fans, y luego están los fans de Metallica. Los seguidores del combo de San Francisco le dieron recientemente la vuelta al tema y fueron ellos quienes boicotearon un concierto del grupo en Tel Aviv debido al alto precio de las entradas.
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