Bancaja trabaja en una 'fusión fría' que anunciará antes del lunes

El futuro de Bancaja se decidirá de manera "inminente", según fuentes del mercado. De cualquier forma, en el sector se cree que la solución definitiva será "antes del lunes de la semana próxima". De lo que no hay duda es de que la cuarta caja española tendrá que buscarse un socio para sortear la crisis financiera. Una fuente de la caja comentó ayer a este periódico que "los técnicos están estudiando diversas opciones para afrontar la crisis", que situó en un contexto internacional. Esta misma fuente señaló que no hay "absolutamente nada decidido" sobre quién será la pareja de Bancaja en el inmediato Sistema de Protección Institucional (SIP) que tendrá que presentarse en el Banco de España el martes 15 de junio. Ese día vence el plazo fijado por el banco emisor para acceder a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Fuentes del mercado señalaron que Olivas contempla tres posibles alianzas: Caja Madrid, Ibercaja y La Caixa, aunque la alianza con la catalana sería una solución de urgencia. La opción madrileña es la que más posibilidades tiene. La de la aragonesa es más lejana. "De aquí al lunes, todo es posible", añadieron las fuentes.

Morata: "Importante es que el crédito fluya, no la sede social de la caja"

Un patrono cree que el acuerdo con Caja Madrid está casi cerrado

Antes del lunes podría conocerse el futuro de Bancaja. Fuentes del mercado creen que será "inminente", apuntando, incluso, que mañana se anunciará el acuerdo al que habrá llegado Bancaja con, presumiblemente Caja Madrid. La entidad que preside Rodrigo Rato ha aplazado hasta el lunes de la semana próxima el consejo de administración que tenía que dar el visto bueno al SIP con las cajas Insular de Canarias, Ávila, Segovia, Rioja y Laietana "por si se produce alguna nueva incorporación".

El acuerdo alcanzado por Caja Madrid con estas entidades de pequeño tamaño cumple una de las condiciones necesarias para acceder a las ayudas del FROB; pero no es suficiente. La caja madrileña, que es la mayor partícipe de la entidad resultante de la fusión, no alcanza el 75% de los activos y las posibilidades de que las otras cajas alcancen el 25% son limitadas. El acuerdo con Bancaja, que aportaría 111.000 millones a los 191.000 de Caja Madrid, salvaría ese escollo. No habría problema para recibir las ayudas del FROB.

El Banco de Valencia está llamado a desempeñar un papel clave en la negociación. Si, como todo indica, Caja Madrid es el socio elegido, la desaparición del sistema financiero valenciano supondría un golpe muy duro para el empresariado autonómico. De ahí que se esté buscando una fórmula para singularizarlo, de tal modo que, aunque tenga que estar integrado en el SIP, Bancaja y la Generalitat pueden esgrimir ante la opinión pública que existe un referente financiero netamente valenciano.

Ayer, la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y la Cámara de Comercio de Valencia coincidieron en reclamar que Bancaja siga siendo valenciana, y que sus decisiones se tomen en territorio valenciano.

Horas después, un comunicado de los órganos de gobierno de la CEV reiteraba la posición de la patronal en defensa de "los intereses de las empresas valencianas manteniendo los centros de decisión de Bancaja y del Banco de Valencia en la Comunidad Valenciana". La nota rompía una lanza a favor de Bancaja, pero el malestar era evidente entre los representantes del empresariado de la provincia de Valencia. Un portavoz dio por hecho que la operación con Caja Madrid estaba prácticamente cerrada y lamentó la falta de iniciativa política demostrada por el Consell durante todo este proceso. "Ahora, señaló con un punto de amargura, solo queda por ver cómo venden la noticia". Uno de los aspectos que podría ayudar a esta venta estaría en que la sede social de la entidad resultante estuviera radicada en Valencia.

José Vicente Morata, en un desayuno celebrado ayer con periodistas, había manifestado: "Fuera de la ilusión de mantener el domicilio social, lo importante es que el crédito fluya a las empresas". No explicó nada más. El presidente de la Cámara, reflexionando sobre la fusión de Bancaja, subrayó que a los empresarios les preocupa la financiación, para deslizar a continuación: "Creer que salvaremos a nivel local algo que está globalizado es absurdo"; aunque no pudo evitar recordar que "la situación ideal se podría haber dado hace años y no se dio", comentó sin citar expresamente una fusión entre Bancaja y la Caja del Mediterráneo (CAM).

La desazón fue ayer la nota dominante entre el mundo empresarial valenciano, ante la certeza de la inminente fusión de Bancaja. Un empresario lo manifestó con esta claridad: "Lo que está ocurriendo estos días va a tener mucha importancia en el futuro".