Hollywood está loco por el fútbol

Hollywood y el fútbol nunca fueron buenos amigos. Hasta ahora. "Tengo todo el calendario del Mundial en mi agenda", reconoció esta semana un orgulloso Tom Hanks mostrando su iPhone. El actor presentaba su último estreno, Toy Story 3. Pero solo quiso hablar de fútbol. "Me van a retransmitir todos los encuentros por primera vez en Estados Unidos", se regodeó.

¿Qué es lo que ha cambiado? No demasiado. Pero ya se oyen voces particulares. "Como estadounidense soy una excepción en mi país por gustarme un deporte que puede acabar con empate a cero. Pero es que he visto mundo", se ríe Hanks tomando el pelo a sus compatriotas. Ni tan siquiera la llegada de Beckham a Los Ángeles, recibido como si fuera realeza por las mayores figuras de Hollywood como Will Smith, Steven Spielberg, Demi Moore o Tom Cruise, cambió el gusto de una industria donde la última gran producción futbolística fue Victory. Y eso fue en 1981.

Brad Pitt también se ha unido a su entusiasmo haciendo público su apoyo a la candidatura de Estados Unidos como país anfitrión del Mundial en 2018 o 2022, citas futbolísticas por las que España también compite. "Pienso que el fútbol es un deporte verdaderamente global", defiende Pitt. Está convencido de que la celebración del Mundial en EE UU contribuiría a mejorar la imagen de su país en el mundo, una idea que comparten y defienden junto a él el boxeador Óscar de la Hoya, el ex presidente Clinton, el ex secretario de Estado Henry Kissinger, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, o el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.