Clases sobre la voz y la ética
- Raina Kabaivanska enseña en sus lecciones que "la ópera es vida" - La soprano clausura el curso que ha impartido en Bilbao
La soprano Raina Kabaivanska (Burgas, Bulgaria, 1934) resulta elegante hasta cuando sube al escenario con zapatos deportivos para corregir la postura de los hombros a una de las alumnas que ha asistido a la master class que ha impartido hasta ayer en la Sala BBK, en Bilbao. Bromea con la altura de los tacones de la cantante, mueve las manos marcando la cadencia de la música, gesticula y tararea y para los que asisten a su lección de ópera resulta fácil entender que están ante una de las grandes de los escenarios de la lírica del siglo XX, una de las últimas cantantes-actrices.
Kabaivanska, con cinco décadas de carrera a sus espaldas, defiende que a los jóvenes que quieren abrirse camino en la ópera hay que enseñarles que "la ópera es como la vida". "El canto no es solo cantar. Es una ética, una disciplina tremenda y un trabajo durísimo, como la vida", añade.
"El talento es la capacidad de transimitir emociones con la música"
El Teatro Arriaga ha organizado las clases magistrales de la cantante búlgara
Las clases magistrales que ha impartido en Bilbao, una actividad organizada por el Teatro Arriaga, han contado con 12 alumnos, en su mayoría mujeres. Kabaivanska defiende que se puede enseñar sobre la base del talento de quien quiere aprender. "No es sólo la voz", explica. "El talento es la capacidad de transmitir emociones con la música. Eso es lo que quiere el público y lo que siempre ha querido el compositor desde que nació la ópera. Es un hilo que va directo de la voz al corazón".
Y, sobre el talento, el "valor" de transmitir los secretos de la técnica. "Yo adoro a los jóvenes: es mi carácter", recalca. En la nueva oleada de cantantes de ópera encuentra jóvenes con talento y la ambición suficiente para salir adelante, pero cree que no corren buenos tiempos para la ópera: "Cuando yo comencé solo existía la radio. Ahora están la televisión, Internet, los ordenadores. Ya no estamos en una época del espíritu, sino de la tecnología. Es muy difícil cantar ópera, más difícil todavía".
Los éxitos de algunos cantantes, entiende, ya no son la recompensa de la calidad artística. "La ópera depende ahora de las leyes del mercado. Todo es imagen y publicidad", se lamenta.
Al corregir a una alumna, la soprano recomienda que nunca sea avara. ¿Qué es la generosidad en el escenario? "Nuestro deber es hacer feliz al público con toda nuestra capacidad. Y el público responde con la misma generosidad", contesta. No habla de los aplausos, sino del "retorno" de las emociones que el cantante ha hecho llegar a su audiencia. "No debemos olvidar que somos esclavos del público", resume.
Kabaivanska ha compartido escenarios con los más importantes cantantes de ópera del siglo XX, desde Joan Sutherland a Mario del Monaco, Plácido Domingo o Luciano Pavarotti. ¿Quién gana en divismo? No da nombres. "Los hombres. Nunca aceptan que una mujer les haga sombra", se limita a decir.
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