Negociación y paz
Tras el bochornoso y triste suceso que ha provocado el Ejército de Israel, contra unos barcos que llevaban ayuda humanitaria para paliar el hambre y la desesperación a la que está siendo sometida la población de la franja de Gaza desde hace unos años con un bloqueo ilegal, no queda nada más que lamentar la connivencia del Gobierno de Estados Unidos y la irrisoria respuesta de la UE. ¡No consiguen ni tan siquiera forzar una investigación internacional libre e imparcial!
¿No se da cuenta Israel que con su belicosa política de seguridad nunca va a tener la paz? La solución parece clara para intentar lograrla: deben ceder en una negociación con la Autoridad Palestina para situar las fronteras en el momento anterior a la guerra de 1967 -con eso Palestina parece que se conforma y no llega a un 25% del territorio que poseían en 1948-.
Y todo eso pasa también porque Estados Unidos se replantee su incondicional apoyo y -lo que parece más difícil aunque más efectivo-, que los ciudadanos israelíes se vuelvan contra la estrategia de guerra permanente de sus gobernantes, les exijan que negocien para tener de una vez una verdadera paz y poder pasar así a dedicar gran parte de su PIB a otros menesteres más edificantes que al mundo de la guerra y la destrucción.
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