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Reportaje:BARRIOS | Nueva área residencial de Sant Vicent del Raspeig

La otra villa universitaria

La cercanía del campus de Alicante impulsa un enclave urbano de 10.000 vecinos

A la sombra del campus de Sant Vicent del Raspeig, hacia el sur del pueblo y en el límite con la ciudad de Alicante, se ha configurado un enclave urbano de nueva planta que ya cuenta con más de 10.000 residentes. Es la otra villa universitaria, un barrio de nuevo cuño en el que conviven estudiantes y vecinos ajenos al campus. "Hace poco aquí todo era campo, piedras y bancales, y ahora desde mi cocina veo un parque", evoca Antonia Oliver, que tiene 74 años y lleva más 40 viviendo en el edificio Vulcano de Sant del Raspeig, muy próximo a la avenida de Vicente Savall. "Siempre se ha dicho que Sant Vicent és sequet però sanet", agrega José Lillo, otro veterano vecino que recuerda cómo hasta hace poco por delante de su casa pasaban los rebaños de cabras.

"Hasta hace poco todo era campo y ahora veo un jardín", dice un vecino
El comercio local se queja de que los residentes elijan las grandes superficies
Un nuevo plan urbanístico prevé 775 viviendas más y equipamientos
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De erial a zona verde

Sant Vicent del Raspeig, de 54.000 habitantes censados y una población flotante de otros 15.000, está pegada al campus universitario. En los últimos cinco años ha experimentado una verdadera metamorfosis urbana. La apertura de la avenida de Vicente Savall ha impulsado la construcción de nuevas urbanizaciones, algunas de ellas con jardines y piscinas, y de una Villa Universitaria para estudiantes y profesores con 750 plazas. Unos 10.000 vecinos residen ya en este barrio que por ser tan nuevo todavía no tiene nombre.

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La mayoría de los nuevos moradores son parejas o gente joven vinculada al campus, junto a otros que han huido de Alicante en busca de zonas verdes y centros educativos para sus hijos. Hèctor Rubio, de 38 años y que trabaja en el área de cultura de la Universidad de Alicante, hace tres años que vive en una de esas fincas. "Entonces tenía pareja con una niña y buscábamos un colegio, y estar cerca de mi trabajo. Es ideal, no coger el coche para trabajar", apunta. El único reparo es que estos nuevos vecinos "no hacen vida de pueblo, el Mercadona es la catedral del barrio, donde van todos. Pero esto es una ciudad dormitorio, igual viven aquí como vivirían en otro sitio", agrega Rubio.

Fuentes municipales recuerdan que en 2001 se aprobó la apertura de esta avenida y la urbanización del entorno, con un amplio bulevar ajardinado de 2.700 metros cuadrados. Fue el germen del nuevo barrio. José Luis Guijarro regenta una panadería con horno tradicional que estaba en el extrarradio del pueblo, en las afueras, y ahora está en pleno centro de este nuevo entramado urbano. "El problema es que se ha crecido mucho urbanísticamente, pero del comercio tradicional está igual o peor, los vecinos prefieren las grandes superficies. Es una especie de pueblo residencial", resume.

En la zona hay muchos pisos de estudiantes que animan la noche. Álex, de 27 años, es camarero en el discobar Amara, que abrió en octubre de 2008. A este establecimiento acuden "todo tipo de clientes, funcionarios, universitarios y empresarios. "Llevo 20 años en el pueblo y para mí esta avenida ha sido la salvación", destaca.

Juli Colomer, de 37 años y santvicentero de pura cepa, tiene una consultoría medioambiental y ha visto cómo día a día todo cambiaba. "En 2005 desde mi casa veía la Universidad, ahora todo son bloques de pisos y un gran bulevar", recuerda Colomer, que considera que la gente opta por vivir en esta zona por los espacios verdes, dotaciones escolares y sanitarias, y en un futuro próximo por las áreas deportivas previstas y la llegada del tranvía.

Los problemas y quejas en las que coinciden los vecinos se centran en la dificultad de aparcar. Y durante los fines de semana, las carreras de coches y motos que protagonizan pandillas de adolescentes de madrugada, una vez cierran los discobares, también se convierten en otro problema. Pero este nuevo enclave es sólo la primera fase de otro mayor, ya que está en trámite un segundo plan urbanístico (Castellet-Montollos), de 14,6 hectáreas y otras 775 viviendas, con equipamientos deportivos, la facultad de Ciencias de la Educación y una escuela infantil hasta configurar un auténtico campus urbano.

Edificios residenciales en la avenida de Vicente Savall en Sant Vicent del Raspeig.
Edificios residenciales en la avenida de Vicente Savall en Sant Vicent del Raspeig.PEPE OLIVARES

A caballo entre la Universidad y dos poblaciones

- Ubicación y población: El nuevo barrio de Sant Vicent del Raspeig, en la zona sur del pueblo y junto al campus de la Universidad y la ciudad de Alicante, no ha parado de crecer en el último lustro. En la zona viven ya 10.000 personas.

- Avenida de Vicente Savall: En 2001 se proyectó la apertura de una avenida para unir la zona sur de Sant Vicent con el campus de Alicante. Con calles amplias y zonas ajardinadas, en torno a la avenida se han construido nuevas urbanizaciones, la Villa Universitaria y un instituto. La zona contaba ya con dos colegios.

- Castellet-Montollos. La segunda fase de desarrollo de esta nueva zona urbana es el PAI Castellet-Montollos, que contempla sobre 14,6 hectáreas varias urbanizaciones para un máximo de 775 viviendas, además de zonas deportivas, una escuela infantil y la nueva facultad de Ciencias de la Educación, que ya se está construyendo.

- Ventajas. Los vecinos aplauden las zonas verdes y lúdicas para los niños, la proximidad con el campus, los supermercados y bares. Ahora aguardan la llegada del tranvía.

- Demandas. Los principales problemas son la falta de aparcarmientos y las carreras nocturnas de adolescentes en coche o moto los fines de semana. Los nuevos vecinos apenas se implican en la vida del pueblo; compran en grandes superficies y apenas consumen su oferta cultural.

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