Ministra y consejera, a la greña

En política, lo poco habitual adquiere mayor dimensión que lo rutinario. Y quizá por eso ha sorprendido que la consejera de Agricultura y Pesca del Gobierno andaluz, Clara Aguilera, haya vuelto a destapar la caja de los truenos contra el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, gobernado por su mismo partido. Aguilera le ha pedido "responsabilidad y trabajo" y no ha ocultado su malestar porque el ministerio que preside Elena Espinosa lleve varias semanas desoyendo la petición andaluza para que Bruselas active el almacenamiento privado de aceite, único mecanismo para frenar, al menos coyunturalmente, la caída de los precios en origen.

No es la primera vez que Aguilera se desmarca de la posición del ministerio en asuntos de gran trascendencia para la agricultura andaluza. Antes también censuró su tibieza con la entrada indiscriminada de tomate marroquí en España o en la negociación sobre las capturas de los pescadores andaluces. Y queda el principal escollo: la negociación de la futura Política Agraria Comunitaria (PAC), donde Andalucía quiere hacer jugar su hegemonía en el sector primario.

La Junta quiere jugar un papel principal en la reforma de la PAC

Las organizaciones agrarias critican el enfrentamiento que tildan de "populista"

- Aceite de oliva. "Yo no estoy dispuesta como consejera a que se pierda renta en el sector del aceite de oliva, me niego y exijo responsabilidad. Voy a trabajar pero también pido responsabilidad al ministerio para trabajar en algunas actuaciones que palien esto, porque en más de 300 pueblos andaluces la renta depende del aceite de oliva", espetó el pasado miércoles la consejera dando un nuevo toque de atención al ministerio para que eleve a Bruselas la petición de activar el almacenamiento de aceite para que los precios vuelvan a repuntar.

Y lo cierto es que, al principio, a Aguilera le llovieron no pocas críticas de las organizaciones agrarias por mostrarse reacia a este mecanismo, que apoyan especialmente Asaja, Coag y las cooperativas agrarias de Faeca. Su argumento era claro: los precios mínimos en origen no se habían desplomado hasta el umbral marcado por el reglamento comunitario, de 1,77 euros en el caso en el aceite de oliva virgen extra, un precio de referencia totalmente desfasado -se fijó hace una década-. El PSOE va a presentar mociones en todos los ayuntamientos pidiendo la actualización de los precios.

Pero, finalmente, la consejera, que procede del mundo agrario, se ha aliado con los olivareros y presiona al ministerio para que haga valer el almacenamiento en base a otro artículo que prevé su activación automática en casos de "grave perturbación del mercado", como ocurre desde hace meses. Con todo, Aguilera recuerda una y otra vez que la mejor solución para los males del sector es la concentración de la oferta.

La UPA, la organización que menos cree en la eficacia de un instrumento que considera "obsoleto", ha criticado el enfrentamiento entre ministra y consejera. "Están contribuyendo al populismo más barato", asegura Agustín Rodríguez, secretario regional. Además, cree que este debate "con tanto ruido mediático" va a lograr el efecto contrario, es decir, la bajada de los precios.

- Tomate marroquí. En noviembre pasado, Aguilera demandó del ministerio una política aduanera "mucho más agresiva" para proteger a los productores andaluces de las exportaciones hortofrutícolas de Marruecos, principalmente tomates, por encima de los contingentes y por debajo del precio de entrada que tiene asignados. "Es una situación inadmisible", le dijo entonces a la ministra tras recordarle que se estaba poniendo a muchas explotaciones de Almería y Granada al borde de la ruina.

- Pesca. Tampoco le gustó a la consejera la ambigüedad en la reducción de las cuotas de captura del atún rojo y la amenaza que eso suponía para el sistema artesanal de las almadrabas. Tanto es así que ella misma tuvo que defender en Bruselas, el pasado noviembre, una excepcionalidad para la flota andaluza.

- Futura PAC. La consejera quiere también que Andalucía juegue un papel primordial en la posición española ante la nueva PAC, ya que, recuerda, representa el 25% del sector primario del país. Aguilera tiene claro que los actuales mecanismos de regulación de la PAC son "deficientes", lo que está situando "mal" a los productores, a la industria y a los consumidores. Quizá por ello no ve mal la iniciativa del comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, para crear unos seguros que garanticen una renta mínima agrícola.