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Entrevista:CARLOS AYMERICH | Portavoz parlamentario del BNG

"Al transmitir nuestra postura sobre la fusión tal vez nos excedimos"

El portavoz parlamentario de los nacionalistas, Carlos Aymerich (Vigo, 1967), lidera la segunda corriente interna del BNG, Máis Galiza. "Estamos cómodos dentro del proyecto común, nacionalistas y de izquierda transformadora". El líder de los diputados autonómicos del Bloque considera de suma importancia lo que se juega en los comicios municipales. "De lo que se trata no es de ser pocos y puros, sino de tener el suficiente apoyo social para impulsar un programa de transformación", asegura.

Pregunta. ¿Cómo ve el intercambio de acusaciones de corrupción entre PP y PSdeG?

Respuesta. Desprestigiar la actividad política no afecta sólo al PP y al PSdeG, por más que estén implicados: en el caso del PP es evidente, están siendo juzgados; en el caso de los socialistas, únicamente una denuncia. Pero desprestigia al conjunto de la actividad política en un momento en el que hay intereses para que la ciudadanía no decida y lo hagan los mercados. Es muy peligroso.

"Debemos llegar a los no nacionalistas, pero progresistas que se sienten huérfanos"

P. La denuncia de la derecha a los socialistas gallegos se refiere al bipartito. ¿Teme el BNG que el PP revuelva en los años de gobierno?

R. Luz y taquígrafos. Cuando estábamos en el Gobierno tuvimos una comisión de investigación sobre la agente electoral y no fuimos precisamente complacientes. En el pacto de gobierno en el que la regeneración democrática era importante.

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P. ¿No les asusta lo que la derecha puedan encontrar en los cajones de San Caetano?

R. Supongo que el PP lo intentará. El mejor remedio es transparencia absoluta. Pero me preocupa que Rueda, -uno ya no sabe si lleva el uniforme de conselleiro de Presidencia o de secretario general del PP-, diga: "Encontramos esto en San Caetano". En vez de gobernar, están revolviendo los cajones. Nosotros no llevamos nada para casa ni, como hicieron ellos en 2005, destruimos documentación en trituradoras. Lo malo es que no se ocupen de los problemas de Galicia.

P. ¿Hay política de la Xunta contra la crisis?

R. El año pasado hubo un plan de choque. La conselleira Beatriz Mato dijo que iba a afectar a 30.000 personas. Acertó: el plan de choque colisionó directamente contra 30.000 parados. ¿Medidas? Si son tener cuatro residencias para la tercera edad cerradas, cuando además van a perder dinero de los fondos de dependencia... No sé si su política de empleo es lo que sucede en Caramelo o Sykes, autorizar ERE a empresas que sólo los justifican con un "queremos llevar la producción fuera".

P. ¿Y qué propone el BNG?

R. No podemos engañar a la gente. Hay ámbitos inabordables desde un Estado y menos desde un Gobierno con competencias limitadas. Por eso queremos ampliar el poder político y económico de Galicia. Pero se pueden hacer cosas.

P. ¿Por ejemplo?

R. La Lei de Caixas. Está bien que haya fusión de cajas, sobre todo porque la alternativa era que no hubiese cajas gallegas. Pero no trabajamos por una fusión para que todo siga igual. Los administradores no nos preocupan, sino las empresas sin crédito, las personas con problemas para pagar la hipoteca.

P. ¿El Bloque ha liderado el debate de las cajas?

R. Lideramos el debate que nos interesaba. Defendimos que se mantenga un poder financiero gallego y la necesidad de la banca pública. No se trata de defender lo que hay, el modelo opaco y confuso.

P. El PP asumió el proyecto de ley nacionalista pero ¿realmente aplicará esa norma?

R. Lo que nunca pensé es que el PSOE impidiese que esa ley se aplicase. El Gobierno, y el PSdeG, presentó un recurso para impedir la intervención pública en las cajas. Otros aspectos, no recurridos, se pueden aplicar.

P. ¿El BNG no ha sido utilizados por Feijóo?

R. Ese argumento falaz lo ha usado el PSOE. Por esa regla de tres, el Bloque no debería defender más competencias, porque favorecemos al PP. Hay que tener una visión institucional.

P. No sólo el PSOE, también significativos nacionalistas.

R. Es su punto de vista. Pero los debates se dan en un tiempo y en un lugar determinado y en este caso la opción era clara: o las cajas son absorbidas o damos la batalla para mantener un poder financiero propio.

P. El PP afirma que ha consultado a todo el mundo para elaborar el decreto del gallego.

R. Con Rosa Díez, con Gloria Lago... Por primera vez una norma autonómica pone límites al gallego, cuando la Lei de Normalización habla de progresividad en su implantación. Me gustaría que esa preocupación de Feijóo por el equilibrio lingüístico se trasladase al cine, a los medios de comunicación...

P. Pero sí consultaron al Consello da Cultura o a la Academia, lo que no hizo el bipartito.

R. Pero entonces Consello, Academia, comunidad educativa y en principio los tres partidos mostraron su conformidad.

P. Con la aprobación de la normativa y tras un año de movilizaciones masivas, ¿en qué fase entra la oposición a la política lingüística de la Xunta?

R. El responsable de política lingüística dijo que habrá profesores que tengan que dejar de dar clases en gallego. Valiente libertad. ¿Los van a meter en la cárcel?, ¿los van a expedientar?

P. ¿Y habrá ley para habilitar las consultas a los padres?

R. No es que no tenga cobertura legal, es inconstitucional.

P. El conflicto lingüístico ha tapado otras actuaciones de la Consellería de Educación.

R. El PP juega para conseguir réditos electorales. Van a mantener esta confrontación hasta las municipales porque creen que obtendrán votos en las ciudades. Pero la ofensiva contra el gallego encaja con su ideología y va también contra la función igualadora de la enseñanza.

P. A pesar de que el primer año del PP ha sido conflictivo, Feijóo mantiene buena imagen según las encuestas.

R. La crisis se relaciona sobre todo con el Gobierno español y él no está haciendo nada, ni ruido. Y más que gobernar, hace una campaña de imagen. Pasa fuera de Galicia, mínimo, dos días a la semana. Eso sí, lo pagamos todo.

P. Pactos del PP con la oposición, como en las cajas o en la Lei do Solo, ¿no son balones de oxígeno?

R. Han intentado pactos de geometría variable. Pero ahora hay un pacto de fondo entre PP y PSOE a nivel estatal. Al Bloque nos toca hacer nuestra política y explicar que el bienestar no es una graciosa concesión, sino lucha. Necesitamos ser referente de sectores sociales no necesariamente nacionalistas pero progresistas que se sienten huérfanos.

P. A la vista del beneficio que el PP ha sacado de esos dos pactos, ¿hubo algún error táctico?

R. Pudo haber algunos excesos en la transmisión, y ya sabemos que en política las cosas son lo que parecen y no lo que son. Fuera de eso, en las cajas el Bloque hizo lo que tenía que hacer. Otros tienen que rectificar lo que decían en febrero.

P. ¿Cómo afronta el BNG las elecciones municipales?

R. Van a ser difíciles en esta situación de crisis económica, social y política. Y habrá que vencer cierto desapego de la ciudadanía a la política, ilusionar y enganchar con lo que una mayoría de gente demanda en Galicia: que la economía esté al servicio de la gente y no al revés.

P. ¿El Bloque ha superado su fractura interna y ha consolidado su liderato?

R. En estas municipales la elaboración de las listas será un buen termómetro para ver si vamos por el buen camino o no. En el BNG estamos trabajando con la idea de que todos tenemos una gran responsabilidad.

El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, el viernes en el casco viejo de Santiago.
El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, el viernes en el casco viejo de Santiago.ANXO IGLESIAS

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