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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La tristeza de los chinos

En el tercer país más rico del mundo los operarios de una moderna cadena de montaje de automóviles cobran unos 110 euros al mes y los que ensamblan el iPad trabajan 16 horas diarias, seis días a la semana, por un salario similar. No es una gran novedad. Hace mucho tiempo que China escala a la cúspide mundial aun a costa de un capitalismo salvaje que genera una gran desigualdad social. A punto de ser número 2 en el ranking mundial de la riqueza; número 93 en la lista relativa a la renta por habitante. La gran novedad reside en que los laboriosos chinos han redoblado sus protestas en un país en el que no se permite la huelga y que estas, aireadas por la prensa local, tienen una evidente repercusión negativa para las multinacionales.

El fabricante japonés Honda se vio obligado el pasado día 26 de mayo a parar la producción en sus cuatro cadenas chinas de montaje debido a la huelga convocada por los sindicatos. Los obreros aseguran que tras pagar alojamiento y manutención apenas les quedan 40 euros mensuales de su salario.

Al día siguiente, a la californiana Apple estuvieron a punto de aguarle la fiesta del lanzamiento de su iPad en varios países europeos. La prensa relató en paralelo las leoninas condiciones en las que se trabaja en la empresa taiwanesa Foxconn y a las que se achaca la razón de los 10 suicidios registrados en la planta china de Shenzen este año. Los trabajadores, como los de Honda, piden mejores condiciones laborales y aumentos de sueldo.

Las multinacionales, que se frotaban las manos con las ventas millonarias de sus productos, han reaccionado. Foxconn aumentará en un 33% los sueldos de una gran parte de sus 800.000 empleados chinos y Honda lo hará en un 24%. Las subidas no les rescatarán de su condena de ofrecer costes laborales imposibles de batir en otras latitudes, pero son positivas y, para colmo, facilitan la aplicación de las recetas del FMI, que pide a China incentivar el consumo interno, lo que con ciertos salarios y horarios es tarea difícil. Un dirigente de Foxconn da argumentos más filosóficos: "La tristeza es contagiosa. La alegría, también. Esperamos que con este aumento nuestros obreros tengan una visión de su vida más positiva".

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