Los líderes de Batasuna rompen el aislamiento
Los líderes de la izquierda abertzale, una vez diseñada su nueva estrategia en otoño de 2008, se marcaron como primer objetivo ganarse a sus bases para formar un polo soberanista mediante vías "políticas y pacíficas". La segunda etapa, en la que ahora están volcados, se centra en salir del aislamiento buscando apoyos en otros partidos independentistas, y en dar a conocer su propuesta a las demás formaciones vascas.
La mayor complicidad la ha encontrado en EA; en las últimas semanas ha estrechado además sus relaciones con Aralar, una escisión de Batasuna de 2000 cuyo líder, Patxi Zabaleta, da credibilidad a la nueva apuesta pacífica de la izquierda abertzale.
Sus líderes también han recuperado su relación con el PNV, con el que han mantenido incluso una reunión oficial tras casi cuatro años de incomunicación. Han mantenido también algún contacto meramente informativo e informal con algún representante del PSE.
En el plano internacional han logrado el asesoramiento del abogado surafricano Brian Currin, que medió en los procesos de paz de Sudáfrica e Irlanda del Norte, solventados con éxito. Currin, que trabaja para la izquierda abertzale desde el pasado otoño, y el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, lograron el apoyo para los radicales de varias personalidades internacionales, entre ellos cuatro premios Nobel de la Paz irlandeses y sudafricanos -Desmond Tutu, John Hume, Mary Robinson y la Fundación Nelson Mandela-. Este respaldo se materializó en un manifiesto, leído en marzo en Bruselas, en el que se reclamaba a ETA una tregua permanente y verificable.
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