Mas recurre a sus alcaldes para visualizar el cambio

Convergència i Unió (CiU) está viviendo el proceso de confección de las listas, que acabará en julio, con la tranquilidad de saber que todas las encuestas le conceden una victoria holgada en los comicios y que la pugna por ocupar una determinada posición no es tan relevante como en otros partidos. Solo un par de episodios relacionados con Unió, el socio minoritario, han empañado por ahora la elaboración de las candidaturas: la lucha por ser cabeza de cartel en Lleida y la pataleta del alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, que ha aspirado, sin éxito, a una mejor posición y confiaba en saltar del duodécimo al quinto puesto de la lista por Barcelona.

Artur Mas, presidente de CiU, repetirá por tercera vez consecutiva por Barcelona acompañado en las otras tres circunscripciones por candidatos que renovarán el cartel. Estos tres nuevos cabezas de lista responden a un perfil similar: políticos con experiencia en los municipios y poco desgaste entre la ciudadanía. En 2006, CiU mejoró sus resultados en Barcelona pero se estancó en las otras tres provincias y lucha por que esa tendencia no se repita.

Josep Maria Poblet, presidente de la Diputación de Tarragona y alcalde de Vila-seca, tomará el testigo de Joan Miquel Nadal. En Girona, concurrirá Santi Vila, alcalde de Figueres, en lugar de Eudald Casadesús, presidente de la Intercomarcal de Girona y que ha cedido su plaza a regañadientes. Vila, también diputado, provocó más de un arqueo de cejas en CiU al lamentar el "grotesco", dijo, giro soberanista del partido. Vila había militado en ERC.

Enfado de Unió

Albert Batalla, alcalde de La Seu, sustituye a Josep Grau. Unió lamentó que este puesto hubiera recaído en Batalla y no en Josep Maria Pelegrí, portavoz adjunto en el Parlament, y uno de los políticos más valorados de Lleida, según un sondeo interno.

Nadie duda que la democristiana Núria de Gispert -una de las candidatas a relevar a Ernest Benach en la presidencia del Parlament- ocupará el segundo puesto, por detrás de Mas; el tercero sería para Felip Puig, secretario general adjunto de CDC, y el cuarto probablemente para la diputada convergente Meritxell Borràs. La quinta plaza será para Ramon Espadaler, presidente del Consejo Nacional de Unió, pese al enfado del alcalde de Vic que, tras el protagonismo que adquirió con su campaña a favor de delatar a los inmigrantes sin papeles, esperaba hacerse con esta plaza.