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Reportaje:

Déjame transformar tu arte

Los creadores de 'Sala de Arte Joven 2.0' seleccionan a voluntarios a través de Internet para elaborar piezas que se irán modificando durante este mes

Un artista llega a la sala donde un escultor muestra sus obras y se pone a cambiarlas. No solo a golpe de color, incluso se permite desmontar una de las estructuras de madera y colgar las astillas en la pared. Y en este afán de desmontar el arte no está solo. Le acompañan unos colaboradores que ha reclutado a través de Internet. Todos los participantes están encantados: esto es Sala de Arte Joven 2.0, donde creadores como Pablo GrandeGraphix o El Tono trabajan por turnos en la luminosa sala de Avenida de América, 13. Interactuar con lo expuesto es el principal atractivo.

Todo parte de una idea de los artistas y comisarios Rafa Fernández, alias Rafafans , e Israel Sousa . "La gracia de este experimento es que nadie tuviera más de 35 años", precisa Fernández. "De los más de 1.000 seguidores que tenemos, el 50% están entre los 25 y los 34". Sousa muestra unas cifras que sorprenden de su Facebook: Sala de arte joven 2.0 Comunidad de Madrid : más de 75 voluntarios no han tenido inconveniente en trasladarse hasta el lugar para participar en directo. "Ha venido una mujer de 60 años con una energía increíble, se ponía a serrar sin problema. El Tono la vio y dijo: 'esto es juventud infinita", cuenta Sousa. Precisamente ese tema fue el que que escogió Pablo GrandeGraphix, que ha trabajado con figuras como Ryan McGinness.

Los autores saben que sus obras son efímeras y que pueden desaparecer

Cada artista coordina a sus colaboradores. "Aportan con su trabajo cosas no solo desde el punto de vista material, sino también conceptualmente", explica por teléfono GrandeGraphix. "Estoy encantado y lo estaré más con el resultado final", comenta el autor de la Montaña rusa que fue "deconstruida" por El Tono. "De eso se trata. Lo que hago suele tener ese elemento participativo", señala. El canal del proyecto en YouTube y el blog en WordPress ayudan en ese sentido al permitir a los participantes a aportar material, como fotografías, vídeos y sugerencias.

El trabajo se verá terminado desde julio hasta el 28 agosto. Por ahí habrán pasado nombres como Juan López , al que atraen las posibilidades de las pantallas, y Nano 4814, "que hará algo relacionado con la música", pronostica Rafafans.

Al principio, en abril, no había nada y debían explicar la idea a Jacobo Castellano , escultor que trabajaría allí durante 16 días. Sus herméticas composiciones huyeron de la luz del gran ventanal y mutaron en algo muy distinto: en estructuras cerradas, como una gran caseta blanca situada al fondo de la sala. "Él quedó muy impresionado por los Freak shows que vio en Coney Island, en donde se exhibía a la mujer más pequeña del mundo en una barraca", explica Rafafans.

Otra sala está llena de confeti. Hasta las paredes donde se agrupa formando figuras y letras. "Movilizamos los papelitos con ventiladores y se pegaron por todas partes. Montamos un concierto y una fiesta". Es un ejemplo del trabajo acumulativo de GrandeGraphix y El Tono, que aportó su visión de "matemática pura", como la define Sousa. "Muchos de estos autores empezaron en la calle y están acostumbrados a que su obra no sea inviolable. Asumen que incluso puede desaparecer", subraya Rafafans, que se anima a usar uno de los monopatines realizados con troncos y ruedas, frente a un half-pipe (rampas para hacer piruetas) de madera.

La directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Isabel Rosell, visitó el proyecto la pasada semana. Incluso probó a arrojar confeti a la pared. "Estos creadores se enfrentan aquí con lo que al final es su trabajo", dijo. El proyecto está dotado con 60.000 euros y el año que viene se ampliará en 30.000 euros. Rosel animó a los interesados en ser comisarios a que se inscriban hasta el 3 de septiembre.

La única experiencia negativa que han sufrido los comisarios es la irrupción de unos desconocidos que con sprays dañaron una obra que había sido realizada por invidentes. "Han destrozado una experiencia impresionante, porque los artistas pintaban sin ver, mientras los demás guardaban silencio", lamentan. Pero una de las voluntarias les devuelve el buen humor: "Lo importante fue la experiencia vivida y el vídeo, al final, estará colgado". Según todos los indicios, el atractivo de estas obras -en principio efímeras- sobrevivirá gracias a la Red. Y gracias a los artistas por dejarse llevar a terrenos insospechados.

Sala de Arte Joven 2.0. Avenida de América, 13. Domingos y festivos cerrado.

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