A expensas del sistema financiero
El Gobierno de Dublín fue el primero en acometer, ya en 2009, duros planes de ajuste, y lo hizo forzado también por los recelos de los mercados financieros. La respuesta fue drástica y tajante: un recorte del 15% del salario de los funcionarios y un 5% en todos los gastos sociales, salvo en las pensiones. Y todo sin apenas protestas en las calles, aunque eso no sea garantía de futuro. Pese a los recortes, el déficit este año seguirá siendo de dos dígitos porque el frenazo de la actividad inmobiliaria ha provocado el desplome de los ingresos. La verdadera amenaza sigue siendo el sector financiero. Este año ya ha inyectado 8.300 millones en el Anglo-Irish Bank, que si se computaran como déficit situarán los números rojos cerca del 18% del PIB, una cifra para poner más que nerviosos a los inversores.
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