El agua del trasvase del Júcar llegará al Vinalopó en otoño
El Gobierno espera que la Generalitat haga su parte para canalizar los recursos
La conducción del trasvase Júcar-Vinalopó está prácticamente acabada, y eso permitirá enviar agua a las comarcas alicantinas en fase de pruebas el próximo otoño. El Gobierno dará por cumplido así "su compromiso" de llevar los recursos del Júcar desde Cullera a la balsa de San Diego, en Villena, según destacó ayer Marta Morén, directora general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente. En el acto de apertura del túnel de la sierra de Barxeta, uno de los dos del trazado de 86 kilómetros del trasvase, Morén advirtió que "espera" que la Generalitat cumpla a tiempo su parte con la ejecución del postrasvase, que debe canalizar hacia los campos y acuíferos el agua recogida en la balsa de San Diego. El Consell insiste en que sus conducciones estarán listas, a pesar de que las obras acumulan un fuerte retraso.
El trasvase, que ha costado 320 millones de euros, también está pendiente de concretar las normas de explotación del máximo de 80 hectómetros cúbicos anuales de la transferencia, como exigen los regantes del Júcar. Por su parte, Xúquer Viu rechaza la construcción de una potabilizadora en el Vinalopó para tratar parte de esos recursos, previstos para la recuperación de los acuíferos sobreexplotados del Vinalopó. Sueca acoge hoy una manifestación en apoyo de un giro en la política del agua que respete el Júcar.
