Las cosas por su nombre
José K. está muy, muy cabreado... y le sobran motivos. La aldea global es Las Vegas y ahora los amos del casino, tras esquilmar a los currantes, los ponen de patitas en la calle porque llevan camisas sudadas. En cuanto a España, gallean como nunca, y bien prietas las filas, los caciques, obispos, torquemadas, chorizos y cantamañanas de siempre. José K., el personaje de los artículos de José María Izquierdo recogidos en este libro, el álter ego del autor, debutó como jubileta de Chamberí y cascarrabias rojeras en 1986, cuando Felipe González jugaba a los triles con la entrada en la OTAN; estuvo luego varios lustros agazapado en el disco duro del periodista, y reapareció en las páginas de Opinión de EL PAÍS en 2008, cuando se hizo evidente que la izquierda en el Gobierno de España, liderada por un tipo blando y buenista, ni tan siquiera era capaz de proteger a su gente de los mordiscos de la derechona. Curtido tanto en el periodismo de campo como en las angustias de una redacción, Izquierdo ha llegado a la edad del júbilo profesional, esa en la que puedes ser tú mismo y caigan Sansón y todos los filisteos. A diferencia de tantos otros que se emboscan en una supuesta equidistancia para ocultar sus colores, Izquierdo es honesto y transparente: escribe desde el progresismo y para los progresistas, lo que no tiene nada que ver con la adhesión incondicional a tal o cual partido o líder. Como nos enseñaron los clásicos, sostiene que si los hechos son sagrados, las opiniones son libres. Y va aún más lejos adoptando el género del panfleto, entendido como un ensayo corto destinado a difundir ideas y suscitar polémicas. Una fórmula que hoy tiene una connotación peyorativa, pero que ha sido cultivado por gente como Lutero, Diderot, Voltaire, Thomas Paine, Jonathan Swift, Zola, Orwell, Albert Einstein (Why socialism?) y Sartre. Por lo demás, Izquierdo aborda los artículos de José K. con voluntad de estilo: tienen ecos de Larra y Julio Camba, están escritos con desparpajo y socarronería y su castellano es sabroso, con fundamento, deliciosamente arcaizante en ocasiones. Y como este periodista es, como queda dicho, de los que van de frente, con estos textos reivindica la demagogia, siempre que por tal entendamos que los de abajo recuperen la palabra, puedan llamar al pan pan y al vino vino y le digan alto y claro a los amos del casino que se están pasando tres pueblos.
Elogio del panfleto y reivindicación de la demagogia. Historias de José K.
José María Izquierdo
Ilustraciones de El Roto
La Hoja del Monte. Madrid, 2010
122 páginas. 20 euros
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