John Cusack regresa a los ochenta

EN 1986, John Cusack encarnó a Denny LaChance, el hermano mayor, fallecido en accidente, de Gordie LaChance —posible álter ego del mismísimo Stephen King—, en la sensacional Cuenta conmigo, de Rob Reiner, y protagonizó la discutible comedia romántica One crazy summer, de Savage Steve Holland, junto a Demi Moore. Con lo cual, uno podría sacar la conclusión de que el actor podría tener tantos motivos para regresar a ese año dorado como para poner pies en polvorosa en dirección al futuro. En Jacuzzi al pasado, su personaje, Adam, un fracasado de mediana edad en plena fase de ruina sentimental, viaja a ese año clave en compañía de dos amigotes gañanes y un sobrino con sobrepeso y afición a los videojuegos. Combinando sofisticación narrativa y humor bruto —o sea, del que no excluye la dinámica (slapstick) de fluidos (eméticos) ni la comedia de los errores (genitales)—, la película de Steve Pink, director de Accepted (Admitido) (2006) y coguionista de dos triunfos precedentes de Cusack —Alta fidelidad (2000) y Un asesino algo especial (1997)—, tiene todos los números para convertirse en la sorpresa de la temporada: una historia de rocambolescas gestiones con el pasado que se diría hecha a la medida de quien tenga mono de calambures cuánticos post Lost o sienta nostalgia McFly por tiempos pasados que no necesariamente fueron mejores.

"Siento nostalgia por algunas 'pelis' y el pop de los ochenta. El resto, mejor olvidarlo"

"En 1986 yo tenía 20 años, circunstancia que me parece motivo suficiente para no descartar un viaje en el tiempo en dirección a ese año", señala Cusack. "Siento nostalgia por algunas películas de la década de los ochenta y por buena parte de la música pop de esos tiempos. No recuerdo mucho más de aquel entonces: probablemente, porque el resto es mejor olvidarlo, tanto las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética como el triunfo del capitalismo salvaje en Wall Street. También eran bastante mejorables los peinados de la época, por cierto: el mújol (o mullet) quizá sea una de las creaciones más aberrantes del ser humano durante los ochenta, al igual que los calentadores o el uso de colores primarios (la famosa moda parchís) en la ropa". Se podría definir Jacuzzi el pasado como el choque en una estación de esquí entre Resacón en Las Vegas (2009) y Regreso al futuro (1985), con algo del humor demente que hizo grande a una telecomedia tan añorada como Búscate la vida —que, por cierto, dedicó uno de sus capítulos a los viajes en el tiempo.

La película de Pink toma como bandera la segunda de estas referencias, al incluir en su reparto a Crispin Glover, el actor que encarnó al patoso padre de Marty McFly (el papel que interpretaba Michael J. Fox) en el primer título de la saga y que después acabó demandando al productor Steven Spielberg cuando éste decidió reemplazarle en la segunda entrega por desavenencias contractuales. "Nuestra cinta también incorpora a otro icono de esa época, Chevy Chase", añade Cusack; "me pareció muy divertido parodiar algo de esos clásicos de los ochenta, como si hubiese una película dentro de nuestra película".

No oculta el actor que cuando tuvo la primera noticia de Jacuzzi al pasado, pensó que se trataba de un bromazo: "Me pareció una idea rematadamente estúpida. Luego me di cuenta de que podía ser inteligente al mismo tiempo. De hecho, es casi posmoderna. A ratos desearía que fuese un poco más estúpida". A Cusack no le hace ninguna falta preocuparse por el encasillamiento, pero, tras esta juerga espacio-temporal, ha recalado, junto a otros actores como Martin Sheen y Philip Seymour Hoffman y escritores tan reputados como E. L. Doctorow, Gore Vidal y Tom Wolfe, en el documental que Shane Salerno, coguionista de blockbusters como Armaggedon (1998) y Alien vs. Predator 2 (2007), ha dedicado a la figura de J. D. Salinger: "Holden Caufield ha sido siempre uno de mis referentes".

Jacuzzi al pasado se estrena hoy en España.