Los municipios dejarán de invertir en 2011 150 millones
La prohibición de los créditos rebajará a la mitad el gasto en obras e impedirá concluir proyectos
Superado el susto inicial, llega la incertidumbre a corto plazo. A partir del 1 de enero de 2011, los ayuntamientos no podrán endeudarse a largo plazo, según establece el real decreto ley aprobado por el Gobierno el pasado jueves. No será desde ahora, como inicialmente se estipulaba, pero el alivio por la posterior rectificación ha durado poco. "La situación es de angustia absoluta", resume el presidente de la Federación de Municipios e Provincias (Fegamp), el socialista Carlos Fernández. Algunos ayuntamientos deberán renunciar a la práctica totalidad de su plan de inversiones; otros, reducirlo a la mitad. El recorte "no podía llegar en peor momento", asume Fernández, con las transferencias del Estado y de la Xunta en retroceso y con la drástica merma de ingresos que ha supuesto la crisis inmobiliaria.
Lugo pedirá cuatro millones antes de que entre en vigor el límite a la deuda
El 85% de las actuaciones en Vigo se iban a efectuar a cargo de un crédito
La Fegamp calcula que el capítulo de inversiones de los ayuntamientos gallegos se reducirá en unos 150 millones de euros, aproximadamente la mitad de lo invertido este año. Según su vaticinio, muchas obras financiadas a cargo de planes plurianuales se paralizarán. Carlos Fernández espera que el Gobierno "recapacite", y sustituya una medida de carácter general por otra que tenga en cuenta la situación financiera de cada ayuntamiento.
Un caso paradigmático de los efectos del decreto es Vigo. No es de los municipios más endeudados, pero efectúa las inversiones a cargo de operaciones de crédito. El 84,37% de las de 2011 (27 millones de euros de un total de 32) se iban a ejecutar mediante préstamos. Ahora están en el aire. El aplazamiento de la prohibición del crédito le ha permitido salvar otros 27 millones en 2010.
La Federación Galega de Municipios e Provincias considera que la prohibición puede ser hasta contraproducente, ya que el tenebroso horizonte financiero de 2011, año electoral, llevará a muchos ayuntamientos a agotar en este ejercicio su capacidad de endeudamiento, una vez conocida la decisión del Gobierno de Zapatero de aplazar la prohibición a enero próximo.
Es el caso de Lugo, que ya ha anunciado su intención de solicitar nuevos créditos antes de que finalice este año, el primero de ellos de cuatro millones de euros, para anticiparse a los problemas que se avecinan en 2011. Según la concejala de Economía, Sonia Méndez, los últimos ejercicios se cerraron con remanentes de tesorería procedentes del superávit, que ahora se destinarán a cubrir la financiación de obras. Méndez reivindica no obstante la capacidad para contraer más crédito para obras, "en el caso de que fuera necesario".
El límite legal de endeudamiento es del 110% de la capacidad de ingresos. Lugo ronda el 50%. A Coruña está en el 35%, por lo que reivindica que no se trate a todos los ayuntamientos con el mismo rasero. El caso coruñés es similar al de Vigo, con una buena parte de las inversiones a cargo de operaciones de crédito. Casi la mitad de los 27,4 millones de euros consignados para inversiones reales están en esa situación. Otro tanto debería ocurrir en 2011, pero el decreto del Gobierno lo impedirá. El gobierno municipal y su alcalde, el socialista Javier Losada, admiten que la prohibición obligará a "ralentizar algunas obras", en palabras de su concejala de Hacienda, Carmen Marón, pero confían en mantener "todas las que ya están en ejecución". Entre ellas, la construcción del centro sociocultural Ágora, la gran apuesta del gobierno bipartito y la inversión más cara, unos 9,2 millones de euros, hasta ahora financiados mediante préstamos.
También descartan paralizar obras en Santiago, uno de los municipios gallegos más endeudados de Galicia. Su concejala de Hacienda, Rosa Fernández, lo garantiza: "No vamos a parar ninguna obra en marcha". El ayuntamiento que preside el socialista Xosé Sánchez Bugallo también será una excepción al incremento del crédito en lo que resta de año: "No lo tenemos previsto". Lo que sí habrá será "recortes" de proyectos en cartera, admite Fernández.
En Ourense, el gobierno local respiró aliviado al conocer que el recorte se pospone hasta el próximo año. "Habría bloqueado el anexo de inversiones, de ocho millones de euros para obras con las que estamos apuntalando la economía local", sostienen fuentes de la alcaldía ourensana, presidida por Francisco Rodríguez, del PSdeG. Sin embargo, hacen hincapié en que la situación financiera es "muy buena", con un 58% de base de endeudamiento, frente al 108% en el que, por ejemplo, está la Diputación. El próximo año, el Ayuntamiento ourensano dejará de invertir, por esta limitación del crédito, los 7,5 millones de euros del préstamo que pensaba solicitar.
En Pontevedra, la operación de crédito de 2010 asciende a cuatro millones de euros, y la deuda acumulada, a 24. Su alcalde, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, lamenta los "bandazos" del Gobierno en materia económica, asegura un portavoz, pero todavía no existe una previsión de cómo afectará el límite al endeudamiento en 2011 al programa inversor. "Habrá que seguir invirtiendo en lo posible", lamentan fuentes próximas al alcalde. Y es que Lores ya ha manifestado su preocupación por que las nuevas medidas puedan "frenar la creación de empleo".
El alcalde ferrolano, Vicente Irisarri, considera que la rectificación del Gobierno da un respiro al ayuntamiento, que tiene abierto un crédito de un millón de euros para financiar obras. Supone el 10% de los 10 millones que el ejecutivo ferrolano destinará al capítulo de inversiones en 2010. Irisarri considera que esta prórroga da cierto margen al ayuntamiento a la espera de tiempos "mejores".
Con información de Arcadio Silvosa, Paola Obelleiro, Víctor Honorato, Cristina Huete, Lara Varela y Lorena Bustabad
Los ayuntamientos hacen números con el ahorro en nóminas
Todo ha ocurrido demasiado deprisa para la lenta maquinaria administrativa. Y las rectificaciones del Gobierno tampoco han contribuido al recuento. Así las cosas, los ayuntamientos hacen números de forma acelerada para saber cómo les afectará en el presente ejercicio las medidas del plan de ajuste del Gobierno. Sobre todo, la más inminente, que es el recorte de un 5% de media en los salarios y complementos de los trabajadores municipales, a las que se suman otras rebajas mayores que se han impuesto los alcaldes a sí mismos y a sus concejales para predicar con el ejemplo.
Ninguno de los siete principales ayuntamientos de Galicia sabe todavía cuánto dinero ahorrará con la rebaja de las nóminas. Lo que sí saben es que ese dinero no servirá para contrarrestar el recorte en las inversiones a partir de enero de 2011, cuando se les prohíba recurrir al endeudamiento a largo plazo. La razón hay que buscarla en el propio real decreto ley del Gobierno, que establece los parámetros generales a los que se deberán destinar los fondos obtenidos. El plan establece como primera referencia que los ayuntamientos dediquen estos ahorros a sanear sus remanentes negativos y, en segundo término, a reducir su nivel de endeudamiento a largo plazo. Sólo en tercer lugar podrán destinar este dinero a financiar inversiones.
El Ayuntamiento de Vigo convocará un pleno en los próximos días para aprobar la reducción de los salarios. El cálculo está todavía sin hacer. En Ourense, el alcalde, Francisco Rodríguez, reducirá su salario en un 15%. Su propuesta será sometida hoy a la junta de portavoces, antes de ser ratificada en pleno. La reducción de la nómina del alcalde, que percibe 72.000 euros brutos al año, podría hacerse extensiva al resto de los concejales con dedicación exclusiva, según el mismo les ha pedido. Cobran 48.000 euros brutos anuales. En Lugo, el gobierno local acordó ayer rebajarse sus sueldos entre un 7% y un 9%. El más afectado será el alcalde, el socialista José López Orozco, que verá mermadas sus 14 mensualidades de 4.590 euros en un 9%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.