La crisis del Mallorca devora a Manzano

Ha sido bajarse el telón de la Liga y el Mallorca, que ha luchado hasta el último minuto por una plaza en la Liga de Campeones, ha dado un vuelco: la enorme deuda que arrastra el club, que ronda los 60 millones de euros, ha llevado a los propietarios a declararse en quiebra y anunciar un drástico recorte de gastos. Primer resultado: Gregorio Manzano, el entrenador, uno de los artífices del feliz año, no seguirá en el banquillo, según confirmó ayer el dueño del Mallorca, Mateo Alemany.

La ficha y las pretensiones económicas de Manzano están "muy por encima" de las posibilidades del club, aseguró Alemany. Por eso al técnico, que terminaba su contrato este año, ni siquiera se le ha ofrecido renovarlo. Según distintas fuentes, cobra en torno a 1,5 millones de euros al año.

La confirmación de que Manzano abandona el banquillo bermellón era una noticia anunciada. El andaluz había declarado en algún medio mallorquín que no estaba dispuesto a bajarse el sueldo y otros se han hecho eco de un supuesto acercamiento al Sevilla.

La salida de Manzano puede ser sólo la primera. "El concurso de acreedores afectará a la plantilla", reconoció Alemany hace un par de días; "se preservarán los salarios más bajos, pero afectarán a quienes más cobren". Según la lista publicada en diciembre por la prensa local, Aduriz es el mejor pagado, con 1,5 millones. El Athletic, además, ha demandado al Mallorca por el impago del fichaje del delantero, que ascendía a seis millones. Estos problemas contrastan con las buenas noticias deportivas en el club: quinto en la Liga, clasificado para la Liga Europa y con la autorización de la UEFA para jugar esa competición a pesar de su desastrosa situación económica.