La ruina de un símbolo de Écija
El palacio de Peñaflor se halla en un estado deplorable tras años de abandono
Écija es una de las grandes ciudades barrocas de Andalucía. Écija es también la localidad donde nació Luis Vélez de Guevara (1579-1644), autor de El diablo cojuelo (1641), una novela fundamental en la literatura española. El siglo XVIII fue una época clave para la historia de España con la llegada de los borbones al poder. Y fue también un siglo de oro para Écija, ya que fue un tiempo de auge para la ciudad. El poder eclesiástico se unió a la pujanza de la aristocracia. Por ello, el casco histórico de la localidad sevillana guarda algunos de los tesoros de la arquitectura y el arte barrocos de Andalucía. Palacios, iglesias, conventos, edificios públicos y casas-palacio ofrecen un exquisito recorrido.
El edificio es una de las joyas barrocas de la ciudad sevillana
Entre las joyas más preciadas de esta sucesión de atractivas sorpresas está el palacio de Peñaflor. Quien lo ve por primera vez queda impactado. Si uno creyera en los procesos de inversión del tiempo y el espacio acuñados por las películas de ciencia ficción, pensaría que está en una pequeña ciudad monumental de Italia. Pero el palacio de Peñaflor está en Écija. Y, además, se encuentra en un estado de abandono deplorable.
El edificio es llamativo por su marcada tendencia a la horizontalidad, que se rompe con una portada enorme. Su largo balcón corrido sigue la curva de la calle. Las pinturas de paisajes dan intensidad al palacio. Y los trampantojos presentan juegos de imaginación y fantasía.
El alcalde de Écija, Juan Wic, es tajante: "El palacio de Peñaflor está muy deteriorado y muy sucio. El palacio lleva abandonado desde que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento hacia 1990. Ha estado, por tanto, 20 años abandonado", resume el primer edil, que reconoce que su mal estado impide las visitas. "No dejamos que la gente entre en el palacio", dice. Con todo, Wic matiza: "El palacio no se hunde". Y, sobre todo, insiste en que él se convirtió en alcalde en 2003 y que el abandono del edificio, que es Bien de Interés Cultural, viene de antes.
La Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras Luis Vélez de Guevara ha dado la voz de alarma. Su corporación se reunió a finales de diciembre y acordó enviar un escrito al Ayuntamiento. Los académicos expresaron la "preocupación" que les produce el "enorme deterioro que afecta al monumento más emblemático de Écija". Los académicos pidieron al Ayuntamiento que "emprenda todas las gestiones y actuaciones posibles y necesarias para asegurar su futuro". La institución astigitana reúne a 24 académicos, entre los que hay arquitectos, arqueólogos, profesores, médicos, abogados, historiadores y científicos.
La presidenta de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras Luis Vélez de Guevara, Concepción Ortega, es una defensora del edificio barroco. "Me gustaría que el palacio estuviera con su mobiliario y en las mismas condiciones que cuando vivían los marqueses de Peñaflor. También me gustaría que estuviera abierto al público y que tuviera salas de exposiciones", afirma Ortega.
Por su parte, el alcalde de Écija sostiene: "En 2003 me encontré el problema del palacio de Peñaflor y lo voy a resolver". Wic pone un plazo: "Mi horizonte es que cualquier gobierno responsable tiene que darle una solución al palacio en los próximos cuatro años".
"En 2005 se aprobó un proyecto de restauración y adaptación a hotel. La empresa iba a iniciar las obras. Tuvo problemas económicos y nos dejó tirados", añade Wic. "Si yo me presento a las elecciones, diré qué es lo que voy a hacer con el palacio, cuánto va a costar y de dónde voy a sacar la financiación", resume el alcalde.
El Ayuntamiento y la academia astigitana quieren que el edificio vuelva a lucir toda su belleza. Pero, de momento, el palacio de Peñaflor da pena.
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