'Amiguito del alma' no teme a nada
Camps vuelve a estar imputado, pero se jacta de que el PP ya ha echado a Bermejo y a Garzón
Creo que era Einstein el que decía que la diferencia entre el talento y la estupidez es que el talento tiene límites. El caso es que el molt honorable president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, al que el Supremo ha devuelto la condición de imputado por aquel asunto de los trajes gratis total, ha sacado pecho y se ha comparado con Juan sin miedo, el personaje del cuento de los hermanos Grimm, y precisamente ese personaje -no el molt honorable- era un estúpido metepatas y nadie hacía carrera con él, por lo que la comparación cuando menos es desafortunada.
Ya en el siglo VI antes de Cristo, Pitágoras afirmaba: "Más le vale a un hombre tener la boca cerrada, y que los demás le crean tonto, que abrirla y que los demás se convenzan de que lo es".
Porque el Supremo ha reparado por fin el agujero que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia -con el "más que amigo" Juan Luis de la Rúa al frente- había hecho en la confianza de los españoles en la justicia al archivar en la Comunidad Valenciana la causa de la trama corrupta que dirigía Francisco Correa y que afecta a altos cargos del PP.
El Supremo entiende -lo mismo que el juez instructor José Flors- que en la causa hay indicios racionales de la existencia de un delito de cohecho impropio (recibir regalos con la esperanza por parte del que los hace de una retribución por medio de los contratos y decisiones que se hacían en la Generalitat) y ha devuelto la causa a Valencia para que se siga investigando y se depuren las responsabilidades que correspondan.
En contra de lo que sostiene Camps -"no puede haber juicio porque no hay nada de nada", alega-, indicios hay: no sólo los trajes y otras prendas de Milano y Forever Young que el molt honorable dijo que pagó, aunque luego nunca encontró las facturas; la declaración del sastre José Tomás, que confeccionó los ternos a medida del president y de otros altos cargos valencianos y luego facturó a Orange Market, la empresa que dirigía el jefe de la red en Valencia, Álvaro Pérez, El Bigotes, sino también la contabilidad b pillada en el pendrive del contable José Luis Izquierdo, que demuestra que esas facturas fueron pagadas por la trama corrupta. No obstante, los indicios más llamativos son las conversaciones telefónicas mantenidas entre el propio Camps y El Bigotes, en las que el molt honorable califica a su interlocutor de "amiguito del alma" y en las que su esposa reconoce que ella y su hija han recibido regalos de considerable valor.
Por si no fuera suficiente, existe también un informe policial -con nuevos indicios de que lo de los trajes era una fruslería porque en realidad todo encubría un supuesto montaje de financiación irregular del PP-, donde los pinchazos telefónicos a miembros de la trama corrupta demostraban los pagos del Ejecutivo valenciano por actos en los que Camps intervino y en los que se decía que el molt honorable estaba al tanto de todo. Pero este informe no podrá incorporarse a la causa porque De la Rúa ya limitó en su momento el objeto del proceso.
Winston Churchill aconsejaba: "Si te encuentras en el infierno, sigue caminando hacia delante". Y Camps, de nuevo en el infierno, ha seguido el consejo. "Nadie se puede creer que el presidente de una comunidad autónoma [...] haya podido cometer la tontería de dejarse vender [sic] por tres trajes", llegó a decir tras conocer que volvía a estar imputado. Seguramente quería decir: la tontería de venderse o de dejarse comprar, pero con los nervios...
El caso es que el Supremo y el juez Flors vieron indicios de delito y creen que si no fue así, por lo menos hay que investigarlo. Porque si se dejó comprar sólo por tres trajes y otras dádivas sería un estúpido, pero qué difícil es rechazar un regalo, sobre todo si crees que no te van a pillar. Y Camps, todopoderoso en la Comunidad Valenciana y en el principal partido de la oposición, jamás tuvo la sospecha de que esos regalos iban a ser investigados.
Ahora, y todavía con el apoyo de Rajoy, Camps anuncia que será el candidato del PP a la Generalitat en las elecciones de 2011 y se jacta de la fuerza de su partido: "De la cacería, dos están fuera, Bermejo y Garzón, pero que se tienten la ropa porque vamos a ir contra los que han roto el Estado de derecho".
Coco Chanel decía: "La elegancia no consiste en estrenar vestidos". Y Tirso de Molina: "Peca de grosero quien aguarda a que le digan que se vaya". Igual ante tanta arrogancia se lo dice ahora el jurado.
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